Las relaciones del Gobierno con Cuba y Venezuela fueron objeto del enfrentamiento parlamentario entre el Gobierno y el PP, tanto en el Senado como en el Congreso. El portavoz popular en el Senado, Pío García-Escudero, calificó de “vergonzoso” que el Gobierno se “pliegue” ante el Ejecutivo venezolano, mientras le pide exigencias a un juez democrático, en relación a Eloy Velasco. Hizo referencia también a Cuba. Citó la muerte de Orlando Zapata, y cómo, pocas horas después, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que pronunciaba un discurso en la ONU, “no hacía ni la más mínima mención al asunto”.
Zapatero le respondió que el Gobierno mantiene en su política exterior la defensa de los derechos humanos en todos y cada uno de los países donde existen problemas serios al respecto. Añadió que cree en “la política que es útil y no la política del campanario”. Por su parte, en el Congreso, el presidente del PP, Mariano Rajoy, propuso que se invite a los disidentes cubanos a la Fiesta Nacional de España el 12 de octubre en la Embajada en Cuba.
En el Parlamento europeo aprobó una resolución apoyada por socialistas y populares europeos en la que se condenaba la muerte de Orlando Zapata.