“El Gobierno Balear se siente responsable del bienestar de sus ciudadanos, donde quiera que se encuentren -expresó la consellera-. Nuestro propósito es que en Chile, también, ellos reciban todos los servicios y beneficios que entrega nuestro Gobierno a los emigrantes”. Así se expresó la consellera d’Inmigració i Cooperació del Govern balear, Encarnación Pastor, que estuvo acompañada por el director general d’Inmigració, Juan Manuel Gómez Gordiola.
Son unas trescientas las personas, descendientes de Baleares, que residen a lo largo de Chile. Un número importante de ellas nacieron en Argentina y llegaron a Chile, como una segunda ola migratoria, buscando mejores condiciones de vida. Hoy, buscan conformarse como colectividad y hacer realidad su más anhelado proyecto: abrir la Casa Balear en Chile.
Rodrigo Fernández, uno de sus representantes, es particularmente entusiasta: “ya hay una colonia que se junta, un grupo interesante que se reúne a celebrar los eventos típicos de la cultura balear y que siente el desarraigo. Este respaldo que nos entrega Encarna Pastor y el apoyo jurídico que nos ofrece la Conselleria nos permitirá formalizarnos como corresponde y empezar a actuar con mucha mayor fuerza”. Sabiéndose desde ahora considerados ciudadanos baleares de pleno derecho, este colectivo pondrá toda su energía a trabajar para materializar cuanto antes su sueño.
En cuanto a los baleares residentes en el exterior, señaló: “No podemos consentir que ellos pasen penurias. Hemos hecho numerosos estudios, conocemos su situación y, por lo tanto, nuestro propósito inmediato es aplicar las medidas necesarias para ayudar a quienes lo necesitan”.
Visita a Mendoza
Pastor y Gordiola, dentro de su viaje por Chile, Argentina y Uruguay, visitaron el primer proyecto de cooperación del Govern en la ciudad argentina de Mendoza y que está gestionado por la Casa Balear. Se trata del microhospital Puente de Hierro, a cuya dotación se han destinado 27.360 euros.