Emigración destaca su esfuerzo económico en 2011 pese a la reducción de presupuestos

La Secretaría Xeral de Emigración suministrará, además, las circunstancias por las que Galicia se consolida, un año más, como la Comunidad Autónoma a la cabeza de España en porcentaje de inmigrantes con autorización de trabajo tanto por cuenta ajena (33,57%, muy por encima de la media nacional) como por cuenta propia.
En ese dato, recién confirmado por el Observatorio Permanente de la Inmigración, cobra un relevante papel de consolidación, sin duda ninguna, el millón de euros que cada año invierte el Gobierno gallego en acciones formativas para la población inmigrante, con la finalidad de conseguir una mayor cohesión social entre las poblaciones nativa y foránea.
Recionalización
Ante la situación de crisis económica y en línea con la política de austeridad que caracteriza al Gobierno gallego, Emigración centra todos sus esfuerzos en racionalizar el reparto presupuestario y aminorar todas las inversiones no imprescindibles. Se recortan los gastos no prioritarios, como pueden ser equipos para procesos informáticos (-51%), comunicaciones telefónicas (-45%), reuniones y conferencias (-44%), material variado de oficina (-43%), transportes (-36%), y viajes, dietas, o campañas de sensibilización, entre otras partidas.
Ahorro de 800.000 euros
De entre las partidas que desaparecen del presupuesto de la Secretaría Xeral de Emigración para el año 2011, cabe destacar la de la Fundación Galicia Emigración (recién extinta), y otra de actuaciones no prioritarias en colaboración con diversas entidades, a las que se destinaban en 2010, respectivamente, 665.000 y 127.500 euros, por lo que el ahorro conjunto en este apartado se acerca a los 800.000. Pero se mantienen todas las líneas de ayuda finalista para personas en riesgo de exclusión social, tanto dirigidas a gallegos emigrados en el exterior, como a inmigrantes en Galicia.
La prioridad del departamento que dirige Santiago Camba es mantener las ayudas individuales a gallegos en la diáspora en situación de especial vulnerabilidad, tales como personas con enfermedades graves y/o crónicas, o que pasan una situación económica de emergencia. Acorde a la política presupuestaria de toda la Xunta de austeridad, pero con prioridad en las inversiones sociales, esta partida se mantiene durante el 2011.
De la misma manera, se mantienen todos los programas de asistencia social, y también se mantienen las quince órdenes de ayuda que todos los años se publican en el Diario Oficial de Galicia para actividades en el exterior, llevadas a cabo por ayuntamientos, ONGDs, los propios centros gallegos en el exterior, etcétera. La finalidad de esta medida es proveer la presencia de la Xunta en la diáspora y mantener los vínculos de unión entre los gallegos del exterior, y sus descendientes, con la Galicia territorial.
Asimismo, la Xunta mantiene en 2011 los programas de cohesión social dirigidos a la inmigración, y también las ayudas al retorno para aquellos ciudadanos gallegos que quieran acogerse a este programa, a pesar del importante recorte que el Estado ha aplicado en las líneas de confinanciación.
Insensibilidad del Gobierno
En contraste con esta importante apuesta del Ejecutivo autonómico en defensa de los gallegos en la diáspora y de los extranjeros en la Galicia territorial, el Gobierno central decidió recortar para 2010 – “y nada menos que en un 65%”, según cita la Secretaría Xeral en una nota de prensa- las aportaciones para el Plan de Acción da Inmigración (políticas activas de integración de los inmigrantes). Además, a estas alturas de año -continúa la información de Emigración- aún se desconoce la cuantía que destinará a lo largo del ya presente ejercicio presupuestario de 2011 para ese cometido, tal y como ha denunciado en múltiplas ocasiones el secretario xeral de Emigración, Santiago Camba.
En este sentido, Camba echa de menos una mayor apuesta del Gobierno central por los gallegos y españoles residentes en el extranjero, tal y como ha hecho público en numerosas ocasiones. “Como deseo para el año 2011, ojalá exista una mayor sensibilidad por parte del Gobierno central hacia las necesidades de la diáspora, urgentes y muchas veces desesperadas”, afirma el secretario xeral.