El voto rogado y los obstáculos de la normativa fulminan la participación electoral de los gallegos y vascos residentes en el extranjero

En Galicia fue del 3,25% y en Euskadi del 7,13%

Escrutinio del voto emigrante en la Junta Electoral de Pontevedra el lunes 29 de octubre.

Por quinta vez desde la entrada en vigor en enero de 2011 de la nueva regulación del voto exterior -tras las elecciones autonómicas de mayo de 2011; las generales de noviembre de 2011, y las Andaluzas y Asturianas de marzo de 2012- se ha vuelto a demostrar, esta vez en los comicios gallegos y vascos del pasado 21 de octubre, que la consecuencia directa de dicho cambio normativo es la privación casi completa del ejercicio de un derecho fundamental en una democracia, como es el derecho al voto, a los españoles residentes en el extranjero.

La participación electoral de los gallegos inscritos en el CERA ascendió al 3,25%, es decir, ejercieron su derecho 12.954 emigrantes de un total de 397.382 censados lo que significa una abstención del 96,7%.

En el País Vasco las cifras fueron un poco mejores ya que la abstención fue del 7,13%, Allí votaron 4.043 emigrantes de los 56.640 inscritos en el CERA. Una abstención del 92,8%.

Una vez comprobado el desastroso resultado de la reforma de la Loreg que ejecutaron los principales partidos políticos en enero de 2011 ha llegado el momento de iniciar el camino para una ‘contrarreforma’.

El pasado 21 de mayo PP y PSOE indicaron que dicha ‘contrarreforma’ no se llevaría a cabo hasta después de las elecciones en Galicia, con el fin de comprobar si la participación de este colectivo sigue siendo tan escasa como en los comicios celebrados en los últimos meses.

Una vez comprobado, de manera palpable, ha llegado el momento de que ambos partidos reanuden las conversaciones que iniciaron Alfredo Prada y Carmela Silva para acordar una reforma que termine de una vez con el fiasco generado por la norma en vigor.

En aquella ocasión el secretario ejecutivo del PP en el Exterior afirmó que los comicios gallegos deben ser el “test final” para conocer si la participación de los emigrantes aumenta o sigue la tendencia a la baja debido a la obligación de solicitar el voto para ejercer el derecho de sufragio.

A esto hay que añadir que el Gobierno, como se informa detalladamente en las páginas de este número de España Exterior, ya ha preparado un borrador de Real Decreto para regular algunos aspectos de aplicación del artículo 75 de la Loreg que puede servir de guía.

Además, todavía está pendiente de debatir en el Congreso de los Diputados las propuesta del PSOE de eliminar el ruego del voto y que se vuelva a enviar la documentación de oficio a los inscritos en el CERA.

En definitiva, los datos del escrutinio del voto del exterior de las elecciones gallegas y vascas, los bajísimos datos de participación deben servir como punto de partida, tal y como se comprometieron los responsables de emigración del PP y del PSOE, a una nueva reforma de la Loreg que acabe con este sinsentido que es la privación del derecho al voto de los españoles residentes en el extranjero.