Así lo indicó la presidenta del tribunal Angela Murillo al hacer lectura, en una vista pública celebrada en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo en el que se juzgaron estos hechos, de los fundamentos principales de la sentencia por la que condenó a 47 de los 52 acusados a una pena total de más de quinientos años de cárcel. Antes de notificarse la sentencia, el tribunal ordenó el pasado 30 de noviembre la detención de 46 condenados, de los que 35 ingresaron en prisión y tres – Miguel Angel Zuluaga, Inmaculada Berriozabal y Nekane Txapartegi- permanecen huidos.
Además de las penas de prisión, el tribunal también declaró la ilicitud de las organizaciones del entramado de ETA como KAS, Ekin y Xaki y el decomiso de sus bienes y dedujo testimonio a los abogados Jone Goiricelaia y José María Elosúa por imputar delitos graves a funcionarios públicos durante el juicio. Según Ángela Murillo, en la sentencia quedó demostrado que la Kordinadora Abertzale Sozialista (KAS) “era parte de las entrañas de ETA, conformando la dirección de uno más de sus frentes, junto al armado y el político, llamado por la misma organización terrorista frente de masas y frente mediático”.
Durante la lectura de la sentencia, varios de los asistentes se levantaron y comenzaron a cantar la canción del soldado vasco, por lo que la presidenta ordenó su desalojo y se produjeron incidentes.