En un comunicado, el conjunto rojiblanco señala que pondrá en manos de la justicia ordinaria a los responsables de estos actos a los que además retirará el abono o impedirá el acceso al campo en caso de que no sea socios, a la vez que solicita la colaboración de todos los aficionados para denunciar a los infractores. El club asturiano puso en marcha esta política de tolerancia cero con las manifestaciones racistas en el partido ante el Barcerlona.
En la primera jornada de Liga, que suponía el retorno del club rojiblanco a Primera División tras diez años en Segunda, el conjunto gijonés fue sancionado con 3.000 euros después de que el árbitro del encuentro ante el Getafe recogiera en el acta que desde el fondo sur del estadio se habían lanzado gritos racistas contra Guerrón.