El Rey Juan Carlos abandonó el Hospital Clínic de Barcelona el pasado 11 de mayo, sólo tres días después de haber sido operado para extraérsele un nódulo en el pulmón. Don Juan Carlos alabó el funcionamiento de la sanidad pública española. Un segundo análisis descartó definitivamente la presencia de cáncer en el pulmón.
El tercer parte médico emitido tras la intervención quirúrgica del Monarca concluyó que los análisis anatomopatológicos completos al nódulo pulmonar extirpado “descartan, de forma definitiva, la presencia de células malignas”, y confirman “el origen inflamatorio crónico granulomatoso sobre una lesión cicatricial fibrosa y calcificada antigua”.
Asimismo, recogía la evolución “plenamente satisfactoria” de la recuperación de Don Juan Carlos. Poco después del mediodía del martes 11 de mayo, el equipo médico emitió el cuarto parte médico, que constataba la muy favorable evolución de Don Juan Carlos y que “al no existir actualmente necesidad de permanecer en hospitalización convencional se decide el alta hospitalaria a lo largo del día de hoy, para proseguir su convalecencia post-quirúrgica y reincorporarse progresivamente a su actividad habitual en las próximas semanas”.A primera hora de la tarde del martes día 11, el Rey fue dado de alta y abandonó el Hostipal Clínic de Barcelona por su propio pie.
Ante los periodistas, Don Juan Carlos manifestó sus felicitaciones al equipo y agradeció el trato recibido, aunque bromeó con que las enfermeras no le dejaban dormir por las noches, para darle le medicación que precisaba. Además, alabó el funcionamiento de la sanidad pública española. En este sentido, se publicó que la Casa Real ofreció a la Generalitat catalana pagar los gastos extra, relativos a la seguridad y al protocolo, derivados de la estancia del Rey en el centro hospitalario. El Monarca, aunque fue tratado por el equipo médico de la parte pública del Hospital Clínic, estuvo ingresado en la zona para pacientes provenientes de la sanidad privada.