El Bernabéu dictará sentencia de unos octavos de final que los franceses supieron poner de su lado gracias a un tanto de Makoun que hizo justicia a la mayor ambición y dominio de los lioneses frente a un indolente e ineficaz Real Madrid.
Los blancos volvieron a irse derrotados de Gerland, un estadio en el que nunca han ganado, donde nunca han marcado un tanto y donde acumulan partidos desastrosos.
En esta ocasión, se dejaron buena parte del prestigio que vienen acumulando en las últimas semanas y pusieron fin a una racha de victorias.
El Lyon propuso una trinchera en cada centímetro del campo e imposibilitó cualquier floritura, lo que limitó el lucimiento blanco a un par de toques de un Cristiano Ronaldo constantemente silbado.
El plan sirvió un tiempo, el primero, en el que los franceses dejaron ver sus limitaciones, las propias de un equipo casi inofensivo. Sin embargo, el Madrid se conformaba con ver como el paso del tiempo les acercaba a su amado Bernabéu.
A la vuelta del vestuario el guión cambió. Makoun se internó por el centro y soltó un latigazo que encontró la escuadra de Casillas. Los bancos quedaron cariacontecidos y se vieron obligados a buscar el área rival.
El partido cogió ritmo y las ocasiones se sucedieron para ambos equipos pero el marcador no se movió. El Madrid fue incapaz de empatar y todo se decidirá el próximo 10 de marzo en el Santiago Bernabéu.