Parecía que con 300 millones de euros de inversión en fichajes, no haría falta volver a las remontadas épicas de la época de Capello para recuperar el liderato. Pero así fue, el Madrid saltó al campo conociendo el pinchazo del Barcelona en Almería, y dispuesto a asaltar el primer puesto de la tabla.
El Sevilla arrancó con fuerza, dominando el esférico y en el minuto 10, después de una jugado bien trenzada, logró el primer tanto -en propia puerta de Xabi Alonso-.
Pero este golpe hizo reaccionar al Real Madrid que comenzó a adueñarse del balón y del terreno de juego y a crear ocasiones de gol. Los hispalenses aguantaron la primera parte e incluso parecía que serían capaces de llevarse el partido pese a las embestidas blancas ya que nada más arrancar la segunda mitad Dragutinovic hizo el segundo para los de Manolo Jiménez en un saque de falta que se tragó Casillas.
Con 0-2 en el marcador tocaba el turno de la épica y en tres arreones consecutivos, Cristiano puso el 1-2 en el marcador y Guti, que volvía tras su lesión, estrelló un disparo en el larguero. A la postre, el intento del canterano serviría para que Sergio Ramos cabeceara a las redes el 2-2.
El empate llevó el delirio al Bernabéu que se convirtió en éxtasis cuando en el minuto 92 Van der Vaart logró el definitivo 3-2 que aúpa al Real Madrid al liderato.
Al Barça le salió casi todo mal en Almercía. Estuvo obligado a remontar en dos ocasiones, con un gol en propia puerta de Puyol; Pep Guardiola fue expulsado y también Ibrahimovic. Messi evitó que perdieran en Almería (2-2) pero, con este resultado, los azulgrana pierden crédito y el liderato.
El Deportivo recobra moral con una victoria fácil en Riazor ante un voluntarioso Tenerife (3-1) en un partido que comenzaron perdiendo. El conjunto isleño sigue sin ganar fuera de casa, y con ésta suma su décima derrota a domicilio.
Solo el goal-average particular con el Sevilla aleja al Mallorca de puestos Champions. Tras la victoria (3-0) ante el Sporting (goles de Julio Álvarez, Víctor y Webó), los baleares empatan a todo con los hispalenses en el cuarto puesto de la tabla, y se permiten seguir soñando con Europa.