Felipe Reyes, que anotó 21 puntos en este encuentro, fue designado MVP de la final. La defensa blanca anuló el ataque blaugrana.
El Real Madrid ni siquiera necesitó explotar el factor pista y prefirió sentenciar en Barcelona, para lo que recurrió a claves ya apuntadas como el rendimiento de Felipe Reyes, el MVP de la final, y Louis Bullock o parar toda actividad de la estrella azulgrana, Juan Carlos Navarro, que acabó anotando sólo cinco puntos, los mismos que Reyes en el tercer partido. Las defensas, protagonistas de los tres encuentros anteriores, desaparecieron de inicio en este cuarto duelo, que comenzó con un intercambio de canastas, incluidos varios triples de uno y otro equipo.
La balanza se desequilibró cuando el Real Madrid encadenó un parcial de 0-9 que derivó en una ventaja para los jugadores de Joan Plaza de ocho puntos (17-25, min.9).
Sin grandes alardes defensivos, los madridistas paraban con relativa facilidad el ataque rival, mientras que el suyo apenas encontraba oposición.
Dusko Ivanovic había utilizado a todos sus jugadores al término del primer cuarto, con la excepción del canterano Albert Moncasi, pero sin encontrar solución y las cosas fueron a más en el segundo periodo.
Felipe Reyes fue de nuevo el de los partidos de Madrid y, a poco de comenzar el segundo cuarto, sumaba ya doce puntos -con los que se fue al descanso-, y había llevado a su equipo a una ventaja de trece puntos (24-37, min.14) con la colaboración desde la línea de tres de Charles Smith.
La prueba de que ninguno de los dos equipos estaba volcado en el partido, aunque el más blando era el Winterthur Barcelona, es que los primeros tiros libres del encuentro llegaron en el minuto 15, cuando Kakiouzis desde esa distancia puso un 28-37 en el marcador.
Las facilidades con las que se encontraba Reyes alcanzaban también a Kerem Tunceri, autor de tres triples antes del descanso y artífice también junto a Louis Bullock de que el Real Madrid alcanzase una máxima de dieciséis puntos (31-47, min.20) que se quedó en catorce (33-47) a la conclusión de la primera mitad.
La dinámica del partido fluía en la misma dirección que los intereses madridistas y las diferencias llegaron a los dos minutos de la reanudación hasta los diecinueve puntos (33-52).
El Winterthur Barcelona tenía que reaccionar o asumir la derrota antes de tiempo y optó por la primera acción, aunque se quedó en un parcial de 9-0 (42-52, min.26) que le sirvió para situarse en la barrera de los diez puntos pero no para romper la superioridad blanca.
Tunceri, con un nuevo triple, frenó además el ímpetu azulgrana y, a dos minutos para la conclusión del cuarto, llegó la cuarta falta de Jaka Lakovic, el barcelonista más en forma ante la inoperatividad de un Navarro que jugó poco más de 24 minutos, consciente Ivanovic de que su presencia en la pista restaba este domingo. El equipo e Dusko Ivanovic encaró el último cuarto con una desventaja de catorce puntos (50-64) que fue dosificando hasta que el Winterthur Barcelona se le aproximó a nueve puntos (61-70, min.35).
Bullock, con un triple, atajó la reacción y, con 63-73, Jaka Lakovic, Roko Ukic y Roger Grimau fallaron por tres veces desde la línea de tres puntos en lo que fue un golpe prácticamente definitivo para los azulgrana.
Lakovic y Michalis Kakiouzis le devolvieron la esperanza a un desangelado Palau Blaugrana con dos triples que recortaron las diferencias a cinco puntos (68-73, min.38), pero el griego falló en un posterior tiro de 6.25 metros.
Jaka Lakovic apretó el marcador a poco más de un minuto del final a cuatro puntos (71-75), pero el Real Madrid ya se daba por ganador y Raúl López matando el partido se encargó de ratificarlo.
El Real Madrid cierra así una temporada más que brillante en la que se apunta la Liga ACB y la Copa ULEB, mientras que el Winterthur Barcelona debe conformarse con la Copa del Rey y la clasificación para la Euroliga.