La Cámara aprobó todas las resoluciones presentadas por el grupo socialista -que se vio obligado a rebajar las principales para conseguir el apoyo de otros grupos-; dos del Grupo Popular, cinco de CiU, siete del PNV, cuatro de ERC-IU e ICV y 13 del Grupo Mixto.
De esta forma, el PSOE consiguió que se aprobasen sus medidas para luchar contra la crisis, pero tuvo que modificarlas para lograr los apoyos de BNG, UPN, Coalición Canaria e IU. Se dio el visto bueno, entre otras propuestas, a las ayudas para la compra de coches y motos, pero sin que se concretase la cuantía ni los requisitos para acceder; al uso de ordenadores escolares entre la población escolar; a una rebaja fiscal para autónomos y pequeñas y medianas empresas y un fondo de 20.000 millones de euros para apoyar a la nueva economía. Además, se plantea la supresión de la deducción por compra de vivienda a partir de 2011, pero sin fijar umbrales de renta.
En un principio, el PSOE había llegado a un acuerdo con CiU para una reforma del mercado laboral, a través de instar a incluirla en el diálogo social con patronal y sindicatos. Sin embargo, los socialistas tuvieron que echarse atrás por la presión de IU y las propias organizaciones sindicales.
El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, manifestó su satisfacción por el resultado de las votaciones, mientras desde el PP, Soraya Sáenz de Santamaría afirmó que “las propuestas del PSOE son la derogación formal del discurso de Zapatero”. “Son tan huecas sus propuestas que podrían servir para cualquier Parlamento y en cualquier lugar. Para cualquiera, pero no para una España en recesión”, dijo.