El PSdeG reclama ahora que el Centro Gallego de Buenos Aires se mantenga en los órganos de dirección de Ospaña cuando fue la propia entidad la que decidió en 2011 romper la relación con esta obra social

Desde el PP Paula Prado recuerda que la situación en la que se encuentran el hospital y el Centro se debe a los graves errores de gestión del gobierno bipartito de la Xunta en aquellos años

El PSdeG-PSOE ha exigido ahora a la Xunta de Galicia que garantice “la presencia del Centro Gallego de Buenos Aires en los órganos de representación política de Ospaña” para asegurar de este modo “su supervivencia como centro hospitalario de referencia de la ciudadanía gallega residente en la República Argentina”.

Los socialistas gallegos hicieron esta reclamación en el Parlamento autonómico a través de una pregunta oral, una interpelación y una proposición no de ley. La presentación de estas iniciativas viene motivada por la publicación en el Boletín Oficial de la República Argentina de una resolución que informa sobre la sustitución del Centro Gallego de la gestión de la Obra Social de los Inmigrantes Españoles y sus Descendentes Residentes en la República Argentina (Ospaña) para sustituirlo por una mutua privada.

Desde el PSdeG entienden que esta medida pone en peligro la supervivencia del propio Hospital y del Centro Gallego y reclaman a la Xunta que preste “todo el apoyo político, técnico y económico que fuera necesario para que el Centro Gallego de Buenos Aires siga siendo el referente hospitalario, cultural y social de la ciudadanía residente en la República Argentina y una de las señas de identidad de Galicia”.

Sin embargo, cabe recordar que el vínculo que unía al Hospital del Centro Gallego con Ospaña se rompió el 31 de agosto de 2011 y la conclusión de esta relación no significó una pérdida importante de socios para la institución. Es más, fue una medida que benefició a la entidad gallega y querida por la directiva de entonces.

El que en aquel momento era presidente de la institución, Carlos Vello, que había accedido al cargo con el apoyo explícito del PSOE, explicó a España Exterior que el acuerdo entre el Centro Gallego y Ospaña “era una carga que nos teníamos que sacar de encima porque en los últimos años significó un deterioro económico muy grande para la entidad” y que “con la finalización del convenio que teníamos con Ospaña la institución se ha liberado de una gran cantidad de gastos que ahora no va a tener que afrontar”. Se refería a más de mil beneficiarios, personas mayores españolas.

Para la portavoz de Emigración del Grupo Popular en el Parlamento gallego, Paula Prado, con la presentación de estas iniciativas los socialistas sólo pretenden “utilizar a nuestra diáspora para hacer electoralismo oportunista”.

Prado afirmó que “la responsabilidad última de la situación en la que se encuentra el hospital y el Centro Gallego en la capital argentina es de sus graves errores de gestión durante la etapa del Gobierno bipartito en la Xunta”. También criticó por falsas las afirmaciones realizadas por los socialistas de que está en peligro el patrimonio del Centro Gallego. “No se puede generar confusión, ni esconder los problemas del Centro Gallego tras la alfombra de Ospaña pues, entre otras cosas, el Centro Gallego de Buenos Aires, legalmente, no puede hacer donación de su patrimonio a una obra social”, explicó Paula Prado.

Además, señaló que “los únicos que pusieron en peligro el patrimonio del Centro Gallego fueron los gestores del Partido Socialista, acumulando una deuda hasta el año 2009 de casi 130 millones de pesos, más de 20 millones de euros”.

El histórico problema del Centro Gallego desde hace varios años es que, al haberse instaurado en Argentina el sistema de obras sociales, a ningún trabajador le conviene pagar de su bolsillo la cuota de una mutual como el Centro Gallego cuando ya cuentan con un servicio de salud que le paga su empleador. Y esa es la razón por la que mermó drásticamente su número de asociados, quedando la mayor parte de la masa societaria conformada por personas mayores que ya no trabajan, que consumen muchos servicios y que abonan una cuota muy baja, llevando al sistema al déficit.