Días después, Zapatero dijo que convocará el Pacto Antiterrorista, que mantiene con el PP.
Zapatero, que compareció ante los periodistas tras la reunión con Rajoy aunque no estaba previsto, dijo que constató que ha habido una “recuperación de la confianza” con el líder de la oposición, Mariano Rajoy, después de que éste le ofreciera el apoyo “sin apellidos ideológicos ni partidistas” de su formación para acabar con ETA. Después de dos horas y media de reunión, Zapatero dijo: “Creo que esta reunión ha sido un buen primer paso, pero después de casi dos años de diferencias notables creo que todos entenderán que hay que hacer mucho trabajo, hay mucha tarea por delante”. Por su parte, Mariano Rajoy dijo que le ofreció “al presidente del Gobierno mi apoyo y el de mi partido para acabar con ETA”.
El líder popular agregó que este apoyo no tiene “apellidos ideológicos ni partidistas”, ya que todas las formaciones lucharon en la calle por el fin de ETA, pero solicitó a Zapatero que “no ofrezca concesiones a la banda armada y no comprometa al Estado”. Rajoy, que dijo esperar que el fin de la banda y la entrega de las armas se produzcan en un corto plazo, pidió a Zapatero que “no dé pasos que comprometan al Estado” ni medidas que “puedan tomarse como contrapartidas” hacia ETA. El líder de la oposición pidió al Gobierno que constate la existencia de una “decisión irreversible” de ETA de poner fin a la actividad criminal y solicitó también que no se produzca ningún cambio en la legalidad vigente, así como ningún contacto con organizaciones terroristas ilegales. Tras esta primera reunión, Zapatero se entrevista el 4 de abril con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y, posteriormente, con el resto de representantes de las fuerzas políticas españolas.
Además, días después de la reunión con Rajoy, Zapatero confió en que, si se dan las condiciones, pueda acudir al Congreso ante un posible diálogo con ETA a finales de mayo o principios de junio, y anunció que antes de esa comparecencia convocará el Pacto Antiterrorista. En una entrevista concedida a Tele 5, aseguró que aún es prematuro hablar de posibles medidas como el acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco. Por otra parte, el lehendakari abrió una ronda de contactos con los partidos vascos, de la que se autoexcluyó el PP al ser invitado también Batasuna. El PSE-EE transmitió al lehendakari que es el tiempo de confirmar la realidad del alto el fuego de ETA, mientras que Aralar le pidió que afronte ya un proceso de normalización política, sin esperar a esa confirmación. Ibarretxe se entrevistó, también, con dirigentes del PNV, EA e IU-EB, quienes coincidieron en pedirle que le transmita a Zapatero la necesidad de constituir una mesa de partidos vascos y que se comprometa a respetar lo que éstos decidan. El 27 de marzo, se produjeron las dos primeras detenciones de etarras, en Bilbao, tras el alto el fuego permanente. Al día siguiente, otro terrorista etarra fue absuelto en la Audiencia Nacional por prescripción del delito de amenazas terroristas del que estaba acusado.