Zapatero hizo estas consideraciones en su intervención ante el Consejo Nacional de los socialistas catalanes, reunido en Barcelona, en su primer viaje a Cataluña tras el acuerdo logrado para la reforma del Estatut.
En cuanto a la postura del PP respecto al Estatut, aseguró que, aunque no lo apoye, en el futuro no propondrá su derogación ni su modificación y se demostrará que, con su actitud, no mostraba su preocupación por España, “sino por quién gobierna España”. Además, indicó que el Estatut “no da a luz un nuevo modelo territorial en España, sino que pone luz al modelo territorial vigente que permite desarrollar la Constitución” porque facilita más autogobierno y aclara la relación entre el Gobierno central y el de la Generalitat.
Por su parte, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, arremetió contra el Gobierno y lanzó sus más duros ataques contra la estrategia antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero, que tildó de “vergüenza nacional”. Así, durante la clausura de un acto de su partido en Huesca, Rajoy acusó al presidente del Gobierno de modificar la política antiterrorista de Aznar y de haber dinamitado el pacto contra el terrorismo. Un acuerdo que, defendió, sirvió para debilitar a ETA, incluir a Batasuna dentro de las listas internacionales de organizaciones terroristas y para expulsar a la formación de Arnaldo Otegi de las instituciones.
Ante varios centenares de simpatizantes, el líder de los populares atribuyó al jefe del Ejecutivo la responsabilidad de que el Partido Comunista de las Tierras Vascas esté presente en las instituciones y que haya podido condicionar la elección del lendakari además de la presidencia del Parlamento autonómico. También acusó a Zapatero de haber estado dispuesto a permitir que Batasuna celebrara un acto público el pasado mes de enero a pesar de estar ilegalizada y mostró su satisfacción después de que la Justicia lo impidiera porque, dijo, eso demuestra que “la ley está por encima de todos”.