El presidente de la Diputación de Pontevedra agradece la labor del Hogar Gallego de Domselaar a favor de los emigrantes mayores con menos recursos

Rafael Louzán recibió al presidente de la entidad que acoge a 30 personas originarias de ayuntamientos pontevedreses, Rafael Gil Malvido

Rafael Louzán y Rafael Gil Malvido.

Louzán hizo estas declaraciones después de reunirse con el presidente del centro, el cangués Rafael Gil Malvido, que visitó al presidente de la Diputación para darle cuenta de la marcha del centro y agradecer la colaboración que esta institución mantiene todos los años con el Hogar.

Gil Malvido subrayó que más que una residencia, el centro es «un verdadero hogar, donde están los abuelos y las abuelas y donde podemos atenderlos gracias a Galicia, a Pontevedra, A Coruña y algo también al Gobierno central».

En este sentido, Rafael Louzán incidió en la buena atención que se presta en el centro, indicando que «sabemos que hay una atención extraordinaria para con esas personas que son pontevedreses como nosotros pero que por diversos avatares de la vida no tuvieron la suerte que otros y están en este centro que les da cobertura y les da todo lo que les falta».

El Hogar gallego fue fundado en 1943 y su objetivo es dar amparo a las personas mayores que se encuentran en situación de desprotección. Está situado en Domselaar, en Buenos Aires, lo que le permite disponer de un amplio espacio en medio del campo para que las personas atendidas disfruten de una vida lo más parecida posible a la de un hogar.

«Es un hotel cuatro estrellas en medio del campo, con vacas lecheras, ovejas, gallinas, huerta» donde los abuelos y las abuelas compiten a ver quien saca el mejor tomate. Eso para ellos es la mejor aspirina que les podemos dar», asegura Rafael Gil.

Asimismo, cuentan con asistencia médica, alimentación y vestido, así como otros servicios. Una atención que, en palabras de Rafael Louzán, es posible gracias «a Rafael Gil y a un equipo directivo magnífico, que dedican parte de su tiempo de manera altruista a cuidar a las personas mayores».

Esta labor le mereció el reconocimiento de la Diputación Provincial que, además de la aportación anual que cada año destina la este centro, en 2005 le concedió el Premio Entreculturas, dotado con 6.000 euros.

Mensaje de esperanza

Finalmente, Rafael Gil Malvido quiso lanzar un mensaje de esperanza para Galicia y España, recalcando que aquí «se están haciendo las cosas bien» y aunque «sé que anda dura la cosa, pero más dura la tenemos allá y los gallegos y españoles sabemos salir adelante. Dentro de un par de años ustedes van a estar bien», aseguró.