En viaje por la isla de Cuba, Beato aprovechó para visitar a Rico, con quien mantuvo una amena conversación de varias horas. Según explicó Beato a Comunidad de Madrid Exterior, con ese encuentro “se consigue un primer acercamiento entre dos comunidades de madrileños relativamente cercanas, como son la cubana y la mexicana”.
Al finalizar, José Luis Beato y María Rico acordaron mantener una comunicación directa y fluida en los tiempos futuros y compartir así sus experiencias.
Tres actividades
En cuanto al paseo por el barrio de Chimalistac preparado por la Comisión de Cultura que dirige Constantino Lomas, los socios de la Casa descubrieron que la historia de las instalaciones en las que se ubica su sede se remonta al Siglo XV y es muy rica. Fue en aquellos tiempos cuando un grupo de frailes construyó un convento en la zona Sur de la Ciudad de México. “Incluso pudimos conocer parte de la historia de nuestra propia Casa cuya construcción se remonta al año 1870, aproximadamente”, explicaron algunos de los socios participantes de la Casa de Madrid.
A su vez, en la misma jornada, y tras el paseo, se reunieron cerca de 70 socios para degustar un exquisito cocido madrileño que elaboró una de las socias, Carmen, apoyada por su hija Ana María. Carmen, además de cocinar “excelentemente”, según los socios, nació en Madrid, donde vivió más de 20 años y tiene recetas de su madre, también nacida en Madrid.
Para finalizar la jornada, el cuadro de gaitas de la Casa madrileña, llamado ‘La Tayuela de Mecer’, que está dirigido por el entusiasta socio César Ramírez, debutó en la casona de la asociación ante un numeroso público que nunca antes había tenido oportunidad de escuchar ‘La Verbena de La Paloma’ con gaitas.
En la misma fecha, algunos de los socios se reunieron en una de las salas de juntas de la sede para ver ganar al Atlético de Madrid que jugó frente al Barcelona.