El presidente de las Islas Baleares, José Ramón Bauzá y el conseller d’Educació, Rafael Bosch, se encuentran en Suiza para conocer de primera mano el módulo de formación profesional implantado a los colegios de este país y visitar centros e institutos plurilingües a las ciudades de Berna y Friburgo para ver el funcionamiento y la aplicación de estos estudios en las empresas.
El presidente Bauzá y Bosch, acompañados por el cónsul general de Suiza por Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Islas Baleares y Principado de Andorra, Pascal Décosterd y la consejera de Educación de la Embajada de España en Suiza, Ángeles Dueñas, han visitado la Escuela Pública de la Vignettaz en Berna, con una visita guiada por las aulas escolares. Posteriormente, se han reunido con la cabeza de la Unidad de Coordinación de Cultura y Sociedad, Organizaciones internacionales de la Conferencia de los directores cantonales de la instrucción pública CDIP, Bernard Wicht.
Al acabar, el presidente Bauzá y el consejero Bosch, junto al resto de acompañantes, han visitado las instalaciones del Instituto Plurilingüe de Friburgo, donde la directora de este centro, Susanne Obermayer, y la jefa de Proyectos del Instituto , Amelia Lambelet, han hecho una presentación sobre el plurilingüismo a la enseñanza: desafíos y perspectivas desde el punto de vista de la investigación.
Después de la visita en estos centros educativos, el presidente Bauzá ha afirmado que «es una oportunidad poder conocer de primera mano las mejores escuelas suizas». Según Bauzá, «quiero que los niños baleares tengan las mismas oportunidades que los alumnos suizos, que es conseguir que el alumnos baleares puedan dominar 3 o 4 idiomas al acabar la ESO «. Además, ha añadido que «apostar por un plurilingüismo natural es apostar por una mayor productividad y una mayor competitividad».
Por su parte, Bosch ha destacado que «se ha podido conocer la iniciativa de centros infantiles suizos de tener dos profesores por aula, que hablan dos idiomas diferentes». Según Bosch, «el Gobierno de las Islas Baleares pretende implantar un modelo basado en la libertad de elección de lengua y de equilibrio».