Actualmente deben cursarse en gallego el 30%.
La oposición condiciona su apoyo a que el Gobierno autonómico haya recogido en el texto final de la normativa las recomendaciones formuladas por este órgano consultor que, entre otros aspectos, criticaba que el decreto “desbordaba” las previsiones del Estatuto de Autonomía.
La Consellería asegura que la normativa recoge “la práctica totalidad” de las recomendaciones formuladas por el Consello Consultivo, que en su mayor parte,aludían a defectos formales del texto.
Los populares criticaron que la Xunta no les remitió el texto definitivo hasta última hora y, por lo tanto, se negaron a dar su respaldo al decreto hasta que no hayan comprobado que se recogen las consideraciones del Consello Consultivo. “Queremos que esta norma sea legal y respete el equilibrio del bilingüísmo armónico en Galicia”, enfatizó el presidente del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, considera que el PPdeG “ha roto el consenso” en materia lingüística. Feijóo lo negó y añadió que “si no se respeta el dictamen del Consultivo” ha de ser el presidente de la Xunta quien lo explique.
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Una iniciativa ciudadana presenta 18.000 firmas contra el proyecto
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La iniciativa ciudadana ‘Tan gallego como el gallego’ entregó en el registro general de la Xunta en Santiago las más de 18.000 firmas recogidas contra el proyecto de decreto de galleguización de la enseñanza.
Sus promotores aseguran que hubieran deseado aprovechar la entrega para explicar su postura a la Consellería de Educación, pero su petición de entrevista no obtuvo respuesta. Los impulsores de la iniciativa reconocen haber recibido “numerosos insultos y amenazas” durante la recogida de firmas y denunciaron que su página web fue objeto “de ataques informáticos de carácter delictivo”, por los que presentaron la correspondiente denuncia. Los representantes de la iniciativa insistieron en que no tienen nada en contra del gallego, pero no creen “que la única forma de asegurar su futuro sea la coacción y el intervencionismo burocrático”.