El año pasado alcanzó los 7,7 millones de usuarios, lo que da idea de la extraordinaria acogida que tuvo este cauce interactivo de comunicación entre todos aquellos que participan de los procesos de enseñanza-aprendizaje en esta Comunidad.
Gracias a las nuevas tecnologías, el concepto de comunidad educativa cobraba así realidad al hacer posible que la Administración, los centros docentes, los profesores, los alumnos, las familias y los ciudadanos interesados pudieran entrar en contacto por vía telemática y encontrarse, a través de Internet, en este lugar común.
Su puesta en marcha hizo realidad dos de los principios que inspiran la gestión de la Consejería de Educación: innovación, por cuanto suponía un paso decisivo en la incorporación de las tecnologías de la información a la vida cotidiana de la comunidad educativa, y participación, puesto que el portal constituye una herramienta eficaz para el fomento de ésta. Es, además, un medio que permite, en una Comunidad como esta, caracterizada por la gran extensión geográfica y la dispersión de su población, aproximar los puntos más distantes y acercar, por ejemplo, nuestras escuelas rurales.
El Portal educativo ofrece diversas posibilidades, recoge información de interés general para los ciudadanos; informa al profesorado de los procesos administrativos en los que está implicado; ofrece recursos de conocimiento de la red, cuyo acceso particular es de pago, convirtiéndolos en gratuitos para los usuarios del Portal; permite la personalización de la información con los subportales de padres, alumnos y profesores; y crea un sistema de foros profesionales para mejorar el debate y la comunicación. Con todo, no es el Portal de Educación un producto perfecto, acabado y definitivo, sino que por su concepción dinámica constantemente se está enriqueciendo con la paulatina incorporación de nuevos contenidos y servicios.