El patrimonio del Museo de la Emigración Gallega en Argentina se incrementa gracias a nuevas donaciones

Profundo pesar en la entidad por el fallecimiento de Dinora Drömer

Conjunto de articulos cedidos a MEGA.
Dinora Drömer falleció a los 66 años.

El Museo de la Emigración Gallega en Argentina (MEGA) ha recibido recientemente una serie de donaciones de distintos integrantes de la colectividad que acrecientan el patrimonio de la institución.

Se trata de diferentes documentos, fotografías, indumentaria, muebles, herramientas, bibliografía y objetos personales que fueron trayendo los descendientes de gallegos que se establecieron en Argentina durante el siglo pasado.

Estas aportaciones se suman al acervo del MEGA en el marco del Programa de Adquisición que se puso en marcha cuando se creó el museo y por el cual, a lo largo de sus once años de vida, se ha conseguido incrementar sustancialmente el patrimonio.

“Estamos muy satisfechos por la voluntad expresada por los donantes de confiar sus objetos personales, que encierran múltiples historias de vida, a nuestro museo”, aseguró el subdirector Miguel Chiloteguy. Indicó que cada objeto que se incorpora al conjunto patrimonial del MEGA es registrado en fichas que contienen la información relevante que aportan quienes efectuaron la respectiva donación.

Entre las personas que entregaron objetos personales pueden mencionarse a Marita Ramallo que entregó documentos y fotos; Enrique Montes, con indumentaria, fotos, objetos y documentación; y María del Carmen Falda de Lozano que donó un baúl de viaje.

El dirigente Darío Rivas que denunció los crímenes del franquismo y que consiguió su padre -el exalcalde de Castro de Rei, Severino Rivas- fuese el primer fusilado exhumado en Galicia, donó bibliografía, objetos personales, instrumentos musicales y una pieza de cerámica de Sargadelos diseñada por Luis Seoane, denominada `Un gaucho, ou un apóstolo’, de la que se hicieron unos pocos ejemplares.

También participaron María Leticia Rejojo con valijas, fotos y banderas de época -republicana y argentina -; Rosa y María Elena Dasilva con documentos y herramientas de zapatero; y Amparo Díaz con bibliografía y documentación.

“Agradecemos la confianza depositada en nuestra entidad y en la tarea que llevamos a cabo para proteger y conservar convenientemente el patrimonio y la memoria de la colectividad gallega”, señalaron los directivos del museo.

Dolor por la secretaria

Por otro lado, las autoridades y el personal de la Federación de Asociaciones Gallegas de la República Argentina y del (MEGA) expresaron su profundo dolor por el fallecimiento de la secretaria administrativa de la institución, Dinora Drömer (Montevideo, Uruguay, 17 de octubre de 1950) el pasado 23 de febrero y enviaron las condolencias a sus familiares y amigos.

Los directivos están muy apenados por la pérdida y recordaron como Dinora libró una dura batalla con su enfermedad y soportó con valentía los duros tratamientos a los que fue sometida. Resaltaron que era una mujer muy competente en la resolución de temas laborales y, siempre atenta a las modificaciones de la agenda, estaba dispuesta a resolver los problemas que pudiesen surgir.

“En pequeños papeles y con letra muy chiquitita llevaba su agenda diaria de actividades y temas pendientes”, evocó uno de sus compañeros.

Drömer, hija de padre alemán y madre gallega nacida en Bandeira (Ayuntamiento de Silleda, Pontevedra), siempre se interesó por la cultura de Galicia. A mediados de los años 70 se trasladó a Buenos Aires y se integró en la Sociedad de Bandeira, presidida por su tío Rogelio Abades, miembro además de `Alborada´.

Desde entonces estuvo ligada a la Federación, trabajando en diferentes comisiones hasta que fue convocada para hacerse cargo de la administración, tarea que cumplió también durante muchos años en la inmobiliaria Bullrich.

Dinora Drömer siempre recibió el afecto de los miembros de la colectividad pues oficiaba de enlace con ellos, convocándoles en cada acto se desarrollaba la Federación y también el museo.

“Se la va a extrañar”, dijo uno de los directivos que compartía con ella algunos cafés recordando viejos tiempos y hablando de cine, una de sus pasiones.