Para el PSOE resulta irrisorio que se argumente como causa del cierre de esta oficina la racionalización del gasto público, según se indica en la respuesta a una pregunta que presentó el Partido Socialista en el Congreso sobre el cierre de la oficina consular de Basilea.
Desde el PSOE señalan que en la propia respuesta del Gobierno se informa que era atendida un día a la semana por un funcionario que se desplazaba desde Berna, por lo que el gasto imputable era mínimo. Para los socialistas es obvio que el coste de mantener este servicio tiene una incidencia nula en el gasto público y que lo que realmente está llevando a cabo el Gobierno con esta medida es un recorte claro de los derechos de los emigrantes españoles. No se puede entender que el gobierno considere que 8.770 españoles residentes en Basilea es un número muy escaso parar mantener este servicio.
En una nota de prensa los socialistas señalan que es imprescindible que se mantenga esta atención directa a estos españoles, que no pueden ver reducidos sus derechos sin que medie causa alguna que realmente pueda justificarlo. El Gobierno aduce que hay solo 98 Km a Berna, oficina que a partir del momento debería asumir su atención, pero lo que el Gobierno oculta en su respuesta es que muchos de estos españoles son personas de avanzada edad para las que trasladarse a Berna supone un importante quebranto.
Por ello, se considera la respuesta dada por el Gobierno como un ataque injustificado a los residentes españoles en Berna por lo que el diputado que efectuó la pregunta que ha motivado esta absurda aclaración, Juan Moscoso del Prado, en coordinación con la secretaria federal de emigración del PSOE, ha registrado el pasado 25 de octubre una nueva pregunta parlamentaria sobre esta cuestión con el fin de que el ejecutivo que dirige Mariano Rajoy recapacite y modifique esta medida que políticamente resulta intolerable.