La expresidenta de la Asamblea Nacional Catalana, que dio por cerrada “la etapa autonómica” y anunció un “proceso constituyente” en su primer discurso, es una férrea defensora de la independencia. Ahora deberá comenzar la ronda de consultas con los partidos para celebrar el debate de investidura no más tarde del 9 de noviembre.
En este sentido, las negociaciones de Junts pel Sí con CUP para que apoyen la candidatura a la reelección de Artur Mas se han complicado todavía más a raíz de la detención de los últimos tesoreros de Convergencia Democrática, el partido de Mas, en una operación por presuntos delitos de corrupción a través del cobro de comisiones del 3% de las licitaciones de obras que concedía el Govern. También pasó a disposición judicial un alto cargo del departamento de Infraestructuras de la Generalitat y las fuerzas de seguridad se han incautado de abundante documentación e incluso de cajas fuertes aportadas por confidentes.
El otro foco de atención de los últimos días estuvo en las declaraciones de Mas y dos conselleras de su equipo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por desobeder la anulación de la consulta soberanista del 9-N de 2014. El president en funciones asumió las consecuencias y amenazó con no acatar una posible sentencia condenatoria. Esta afirmación y su explicación del caso del 3% en el Parlament provocaron la crítica generalizada de la oposición, que llegó a pedir su dimisión.