Barrio explicó que ya en octubre pasado remitió una invitación al Pontífice en la que le pedía que estuviera presente en este Año Santo, invitación que fue “muy bien acogida” por el Papa y sus inmediatos colaboradores, enfatizó.
El arzobispo añadió que cuatro días antes de la audiencia de Benedicto XVI recibió una comunicación, entonces reservada, acerca de que, “a expensas” de su inminente entrevista, la fecha en la que se había pensado para el viaje del Papa a Santiago era el 6 de noviembre, fecha confirmada dos días después.
Monseñor Barrio reconoció que todavía se desconoce el programa de actos del Santo Padre para la jornada en Santiago, pero adelantó que Benedicto XVI le comunicó que quiere una “visita muy sencilla”. Según pudo saber la prensa local, el Papa llegará a Compostela el día 6, en un vuelo directo desde Roma, acompañado de su séquito y dormirá en la capital gallega, casi con total seguridad en el Palacio Episcopal, como ya hizo en su día Juan Pablo II cuando visitó Santiago en 1989.
El Rey Juan Carlos I será el encargado de presidir el comité de bienvenida al Santo Padre, ya que el Año Santo siempre ha sido una celebración muy vinculada al monarca español. También estará presente el embajador de España en la Santa Sede, Francisco Vázquez, y probablemente el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, u otro representante del Ejecutivo, aunque dependerá de si la visita se considera de Estado o eclesiástica. El arzobispo ignora, entre otras cosas, si Benedicto XVI presidirá o no algún tipo de acto multitudinario en el Monte do Gozo, como había hecho Juan Pablo II en 1989. Sí se sabe, según fuentes de la Iglesia, que leerá un “relevante” discurso en la catedral, cuyo pórtico de la Gloria, hoy semioculto tras andamios montados para su rehabilitación, será descubierto durante unos días en torno al 6 de noviembre.
Por su parte, los hosteleros gallegos confían en que la visita del Pontífice a Santiago les permita colgar el cartel de “lleno”. El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Compostela, José Antonio Liñares, auguró el “efecto secundario potentísimo” que supondrá el viaje del Papa a Galicia, una visita con la que, a su juicio, la ciudad “volverá a ser el centro de todas las miradas”.
También en Barcelona
Esta será la segunda visita de Benedicto XVI a España, después de la que hizo en 2006 para el Encuentro Mundial de las Familias en Valencia, e incluirá también Barcelona, donde el pontífice estará el 7 de noviembre para consagrar la Sagrada Familia, un templo que en mayo quedará totalmente cubierto tras 128 años de obras. Una vez terminada la obra de Gaudí, su nave central tendrá capacidad para 9.000 personas.
El Papa volverá a España en agosto de 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud, que se celebrará en Madrid. Este será su tercer viaje a nuestro país, que se convierte así en el más visitado por el Papa.
Benedicto XVI recibe a Feijóo en el aniversario de su triunfo electoral
El azar quiso que la audiencia de Benedicto XVI a Feijóo coincidiese con el primer aniversario de su victoria electoral, lo que el jefe del Gobierno gallego calificó como un “doble honor, seguro inmerecido”. Feijóo tuvo oportunidad de trasladarle al pontífice la importancia que tiene para Galicia y toda España la celebración del Año Santo compostelano, que no se repetirá hasta 2021, y de ratificar el significado de este evento y de los Caminos de Santiago desde el punto de vista de la cristiandad y de la construcción de Europa. El presidente de la Xunta confesó sentir “una emoción especial” cuando entregó al Papa una réplica en miniatura del botafumeiro de la Catedral de Santiago y un ejemplar del Códice Calixtino en gallego. De la comitiva de Feijóo formó parte su novia, Carmen Gámir, que saludó al Santo Padre vestida de negro estricto y luciendo en el cuello un gran crucifijo que, según explicó- era de un emigrante ourensano en Buenos Aires que le había pedido que el Papa se lo bendijese.