El Palacio de Congresos acoge el XV Festival Flamenco en Zaragoza

Fue organizado como cada año por la Casa de Andalucía

El cantaor Antonio Mejías durante su concierto.

Son ya veinte años (los cinco primeros se llamó Cata Flamenca) los que este centro regional andaluz lleva trayendo a Zaragoza esa parte tan importante de la cultura andaluza que es el arte flamenco, recientemente nombrado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La Casa de Andalucía para la organización de este festival siempre  cuenta con la colaboración de algunas instituciones públicas andaluzas, como en esta edición en la que el Ayuntamiento de Córdoba  patrocinó la actuación de la emergente figura del cante Antonio Mejías y la del guitarrista que le acompañó, Francis Pinto.

El cartel para los dos días fue el siguiente: en primer lugar actuó el cantaor de Montilla Antonio Mejías, acompañado a la guitarra por el extremeño Francis Pinto, cerrando el concierto los jerezanos Antonio Peña ‘El Tolo’ (al cante), Jose Ignacio Franco (guitarra) y Fernando Jiménez (bailaor).

Antonio  Mejías, cantaor payo, nace en Montilla (Córdoba) el 17 de abril de 1979. Inicia su afición  flamenca a la edad de cuatro años en un coro rociero de Virgen de Belén de Montilla, donde destaca en sus solos aflamencados.

Ha participado en concursos es acaparador de primeros premios. En el año 2000 gano “Jóvenes Flamencos”, concurso organizado por la Diputación de Córdoba y, como colofón a su brillante trayectoria, el pasado 24 de noviembre fue el ganador del XIX Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba, uniendo su nombre a los de Fosforito, Antonio Mairena, El Pele o José Mercé. Ha compartido cartel en numerosos festivales con figuras como Fosforito, Chano Lobato, Chocolate, Luís de Córdoba, El Cabrero, El Lebrijano,  Pansequito, Arcángel, Rancapinos, Tina Pavón, Carmen Linares, Carmen de la Jara, José Meneses, etc. Le acompaño a la guitarra el extremeño Francis Pinto, el mismo acompañamiento que tuvo cuando gano el Concurso Nacional. Francis es un excelente guitarrista tanto de acompañamiento como solista.

Antonio Peña Carpio “El Tolo”, nació en Jerez el 15 de enero de 1972. Debutó con tan solo 10 años de edad, formando parte de la compañía “Semilla flamenca”, de la bailaora jerezana Ana María López. Antes de ser adolescente, actuó en el tablao madrileño La Venta del Gato, compartiendo tablas con Diego Pantoja, El Indio, Antonio Malena y los Parrilla. Miembro de la familia de “Los Carpio” y cultivado en el barrio San Miguel, se declara “plazuelero”, destacando con su voz rancia en las bulerías del “Tío Chalao”, seguiriyas y soleares. Pronto saldrá al mercado su primer trabajo discográfico, que viene avalado por José Maria Castaño, Alfredo Benítez y Gonzalo López. productores de Mujerez y Nueva Frontera del Cante. Junto a “El Tolo”, el toque de Jose Ignacio Franco, su guitarra, ha acompañado a los mejores cantaores de Jerez y es quien habitualmente suele acompañar a “Capullo de Jerez”.

Completó el trío de artistas jerezanos el bailaor Fernando Jiménez, quien, pese a su juventud, ya ha recorrido numerosos países y triunfado en los “Viernes Flamencos” de Jerez. También ha intervenido en película de Carlos Saura “Flamenco Flamenco” y, tras su actuación, en Zaragoza tiene programada una gira por Japón.

Extraordinario ambiente en la sala con capacidad para unos mil espectadores, bar con tapas y vinos de Andalucia y un buen servicio en las mesas preparadas  para cuatro personas, mantel y vela encendida, luz tenue que invitaba a escuchar, y eso es lo que hizo el publico que casi lleno la sala cada uno de los dos días del festival, escuchar en silencio, rompiéndolo solo con el caluroso y merecido aplauso a los cantaores, se lo ganaron a pulso, sin olvidar que se contó con excelentes tocadores y un bailaor de lujo, también ovacionados.

Mejías sorprendió en su primera intervención con la zambra “La niña de fuego”, cantada desde el filo del escenario sin micrófono. Tampoco lo necesitó, pues su potente voz llego a todos los rincones de la sala con nitidez y pureza. Continuó por tanguillos y dedicó a la memoria de Enrique Morente una seguiriyas que bordó, no teniendo este palo para él dificultad alguna. Después de cantar por fandangos de Lucena, puso fin a su actuación del primer día por bulerías, recibiendo una gran ovación de un publico entregado.

También brillo con luz propia Fracis Pinto, que tuvo varios momentos de protagonismo demostrando su alto nivel en el toque.

El segundo día del festival, Antonio Mejías se superó, si cabe, dando un recital del mejor cante flamenco y mostrando un depurado estilo. También es verdad que el público esperaba al cantaor con expectación y ganas de ver hasta dónde puede llegar esta emergente figura, y desde luego en el Auditorio de Zaragoza dejó la mejor de las impresiones.

El cantaor “Plazuelero”, del barrio de San Miguel jerezano, fue fiel al mas puro estilo gitano de su entorno mas cercano, con su voz ronca y partía y su expresión de profundo temperamento. Se arrancó en primer lugar por alegrías, soleás, seguiriyas y fandangos a capela, cosechando una cerrada ovación. Terminó cantando romances y bulerías para que se luciera al baile Fernando Jiménez, quien también alcanzo un merecido éxito. Es un bailaor muy temperamental de envidiable técnica. El guitarrista José Ignacio Franco estuvo en su línea excepcional, siendo ovacionado también en varias ocasiones.

En la segunda sesión, la del sábado, “El Tolo” gustó al respetable por martinetes, tientos, tangos, bulerías y fandangos. Lo dio todo sobre el escenario, correspondiendo a la incondicional entrega del público. Sobre Fernando el bailaor basta con decir que sus interpretaciones supieron a poco.

Presentó el festival el responsable de Cultura y Comunicación de la Casa de Andalucía, José Maria Arilla, dando algunas pinceladas ilustrativas sobre este arte flamenco tan apreciado universalmente.