El mercado medieval de Caravaca de la Cruz se amplía a cinco días y contará con 200 artesanos

La ciudad murciana celebra en 2010 su segundo Año Santa Jubilar Permanente

Caravaca de la Cruz, ciudad situada en el Noroeste de la Región de Murcia, celebrará su Mercado Medieval del 4 al 8 de diciembre en la recta final del Año Santo 2010. De esta forma el evento se amplía a cinco días con el fin de atraer al mayor número de personas a la ciudad y beneficiar así a los sectores de la hostelería y comercio.

El Mercado Medieval también aumenta en extensión y número de actividades, así como de artesanos participantes. En total serán más de 200 los artesanos y artistas presentes en esta séptima edición. Entre las actividades previstas figuran los ‘Rincones Infantiles’ con juegos y talleres gratuitos, las actuaciones de música celta y malabares, talleres demostrativos artesanos y el ‘Rincón del Arte’, de la plaza José Carrilero. Además, el domingo, cinco de diciembre, se celebrará en la Plaza de Toros el Gran Torneo Medieval entre caballeros y el lunes, seis de diciembre, una Gran Exhibición de Vuelo Libre de Rapaces acompañada de actuaciones de animación.

El VII Mercado Medieval se abrirá al público al sábado, cuatro de diciembre, a las 11:30 horas, con un pasacalles inaugural formado por grupos de animación, músicos, cómicos, malabaristas y danzarinas y la lectura del pregón en la Plaza del Arco. Caravaca de la Cruz celebra en 2010 su segundo Año Santo Jubilar Permanente, título que la Santa Sede concedió en 1998 y que se celebra cada siete años debido a la devoción  a la Vera Cruz a lo largo de la historia. El primero fue en 2003, un hecho que marcó un hito en el devenir de la devoción a la Cruz y en la proyección de la Basílica-Santuario.

Caravaca de la Cruz es una de las cinco ciudades del mundo que comparte este privilegio únicamente con Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liébana. La Santa Cruz es un símbolo que se ha convertido en su signo de identidad que desde el siglo XIII atrae a multitud de peregrinos hacia estas tierras. Se trata de una reliquia de doble brazo en el que se guarda un Lignum Crucis, es decir, un trozo de madera perteneciente al leño en el que fue crucificado Cristo.