Tras la imposición de condecoraciones a personal civil y militar, Aparicio avanzó que el 2010 será “un año difícil” para los que forman parte de la FLO ya que se requerirá “un esfuerzo suplementario” para llevar a cabo la reorganización prevista “con rigor, generosidad, prudencia y decisión”.
El general jefe recordó que en el 2009 se ejecutaron la mayor parte de los cambios previstos en las Fuerzas Armadas, aunque estas modificaciones se ultimarán en el 2010 con una reestructuración de la Fuerza Logística Operativa que casi no afectará a la Comunidad Autónoma gallega. En este sentido, concretó que está prevista la disolución de los cuarteles generales de las Fuerzas Logísticas Terrestres 1 y 2, las Agrupaciones de Apoyo Logístico 22 y 31 y la Agrupación de Sanidad 3, así como la constitución de nuevas unidades o el redespliegue de los grupos de transporte, entre otras medidas.
Aparicio recordó las actuaciones desarrolladas durante el 2009 y explicó que las Fuerzas Armadas españolas mantuvieron el año pasado una media de unos 2.800 militares en operaciones en el exterior, de los que 2.200 correspondieron al Ejército de Tierra, a los que hay que sumar casi cien miembros de la Guardia Civil.
El general jefe recordó también a los 145 militares que “han entregado su vida” durante los 21 años de misiones en el exterior.
Además del presidente de la Xunta, al tradicional acto de la Pascua Militar también acudieron, entre otros, el delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro; el presidente provincial, Salvador Fernández Moreda, y el alcalde de la ciudad, Javier Losada.