Asistieron al acto los miembros del Consejo de Residentes Españoles (CRE), representantes de la colonia española, amigos y personal del Consulado.
El embajador, en su discurso de motivación de la condecoración, resaltó el espíritu de sacrificio por el Estado español que Miguel Caserza había desarrollado desde que en el año 1975 empezó a trabajar en el Consulado de Génova, donde desde hace años no está ocupada la plaza de plantilla de Cónsul. Reconoció, asimismo, que desde que llegó a Italia como embajador estaba admirado de todas las responsabilidades que, generosamente, asumía Caserza Morosati y de la inmenso carga de trabajo que se llevaba a cabo en el Consulado de Génova.
El jefe consular Miguel Caserza cuenta también con el reconocimiento de la colectividad espñola.