Espisúa tiene una larga trayectoria en el Hospital Español, entidad a la que ingresó como practicante hace 52 años. En marzo del año pasado, luego de la renuncia del anterior presidente, Ramón Carballo, asumió la responsabilidad de llevar adelante las riendas de una de las instituciones insignia de la colectividad española. “El trabajo que hemos llevado adelante en poco menos de doce meses ha dado como resultado que el Hospital Español, que a comienzos del año pasado estuvo al borde del cierre, hoy esté de pie y dando pasos firmes”, recalcó.
Si bien la situación de esta entidad que tiene más de 150 años de historia sigue siendo complicada debido a los errores que cometieron directivas anteriores y, principalmente, las sucesivas crisis económicas que afectaron a Argentina, hoy el panorama es esperanzador. “En estos momentos estamos encarando la renovación total de las áreas de terapia intensiva y la unidad coronaria. Es un proyecto que tiene una doble finalidad: por una parte, dar solución a una situación ya permitida desde el punto de vista edilicio, y por otra, ampliar la capacidad y aumentar la cantidad de camas disponibles, que es uno de los grandes problemas que tienen las instituciones hospitalarias de Buenos Aires”, explicó.
Aunque evitó criticar a la dirección anterior, Espisúa dejó en claro que una de las primeras medidas que se tomaron fue la de diferenciarse en dos aspectos claves; en primer lugar, tomar el control total de la administración económica del Hospital, que bajo la presidencia de Carballo había sido delegada a una empresa externa a la institución: “Hoy el directorio se hace cargo personalmente de cada contrato, de cada compra, de cada presupuesto, sin delegar en nadie ninguna de estas acciones. Eso nos ha permitido vigilar muy bien las finanzas y la utilización de los dineros que ingresan”, aclaró. Por otra parte, se han recompuesto las relaciones con las autoridades españolas, que habían quedado muy dañadas luego de una fuerte disputa que el presidente anterior del Hospital mantuvo con el Embajador de España en Argentina, Rafael Estrella.
“La junta directiva actual asumió con una intención puntual: trabajar meticulosamente en todos los aspectos que atañen a la administración del Hospital sin ningún tipo de intermediarios, dialogando con todos los sectores y bajando el tono de las disputas y las discordias. Así se fue consiguiendo una actitud más contemplativa frente a los problemas y hemos conseguido ponernos al día con los sueldos. Tanto la masa societaria como el personal de la institución comenzaron a reconocer que quienes estamos al frente de esta entidad actuamos con una claridad meridiana, siempre frontalmente y a puertas abiertas. Hoy el ambiente esté más tranquilo y pacificado, lo que no quita que hayan todavía muchas cosas por hacer”, subrayó.
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Recomponer las relaciones con la Administración
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En la recuperación del Hospital han sido fundamentales la colaboración del Ministerio de Trabajo de Argentina, que mediante un subsidio ha permitido mejorar el equipamiento tecnológico de la institución, y de algunas comunidades autónomas de España, como las de Castilla y León y Andalucía. “Gracias a estas ayudas estamos sentando unas bases sólidas para las administraciones futuras”, afirmó.
“Además del subsidio del Ministerio de Trabajo, estamos atendiendo a muchas obras sociales argentinas, como el PAMI, lo que nos ha dado una cierta soltura económica. Por otra parte, la Junta de Castilla y León ya nos ha enviado parte del dinero estipulado en un convenio que firmamos el año pasado, lo que nos permitió comprar monitores, respiradores, y todo el aparataje técnico para las áreas de terapia intensiva y unidad coronaria, equipos que antes teníamos que alquilar y que ahora son nuestros”, explicó.
El cambio de actitud hacia las autoridades españolas también ha sido vital: “Luego de la renuncia de Carballo, nos presentamos ante el Embajador y le dijimos que no íbamos a pedir nada y que simplemente queríamos recomponer las relaciones, que habían sido muy traumáticas. Nosotros le dijimos que sabemos que estamos solos, porque a pesar de haber sido fundada por españoles, esta es una institución argentina y por lo tanto España no tiene ninguna obligación con nosotros, aunque aquí atendemos a todos los emigrantes por igual, cualquiera que sea la autonomía de la que provengan”, resaltó.
Luego de este encuentro, Estrella se comprometió a iniciar gestiones para que el Gobierno español enviara una comisión formada por técnicos especializados en la parte sanitaria para hacer una evaluación de la situación del Hospital. Dicha comisión permaneció cuatro días en Buenos Aires durante el pasado mes de febrero, recorriendo las instalaciones de la institución y haciendo un exhaustivo examen del escenario que presenta la entidad, a partir del cual se desarrollará un plan de viabilidad.
“Tenemos muchos proyectos: la Consejería de Trabajo y Asuntos Sociales nos ha puesto en contacto con la UCES (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales) para hacer un programa de educación básica para nuestro personal. Además, vamos a poner en marcha una escuela para la formación de enfermeros orientados a la asistencia domiciliaria, algo muy importante para nuestros socios ya que en su mayoría son gente muy mayor, y eso permitiría que nuestros auxiliares de enfermería sean empleados en otras áreas. Todas estas medidas tienen como objetivo reestablecer el prestigio que el Hospital ganó a lo largo de su historia”, concluyó.