El Hogar Español de ancianos de Montevideo celebró su romería a la espera de ayudas para subsistir

Los 2.000 asistentes aportaron su granito de arena para paliar el déficit de casi 30.000 euros mensuales de la entidad

El presidente de la Unión de Sociedades Galalegas, Eduardo Alonso, despachando en el bar del Hogar durante la romería.

Así, el Hogar Español sigue a la espera de ayudas para subsistir. Detrás del mostrador, despachando vinos etiquetados con la denominación ‘Hogar Español’, refrescos, rabas de calamar y otras comidas, Antonio Ríos, presidente de esta institución calificada de buque insignia de la colectividad en Uruguay, dialogó con España Exterior, expresándose satisfecho por la asistencia a la romería, aunque ante la pregunta de qué más está faltando, hizo un silencio para responder: “falta de todo”. “La romería es algo que se valora mucho, las instituciones están, un grupo importante de la colectividad está, pero evidentemente esto son los paliativos que vamos buscando, lo de fondo, lo que se precisa más es poder tener las ayudas lo más pronto posible, conocer sus montos, firmar los convenios, es todo un proceso -aseguró- y eso es lo más importante, en el resto lo que se puede lograr aquí se logra, hoy se está demostrando con miles de romeros pero no es suficiente”.

Autofinanciación

Ríos explicó que “las ayudas las hemos tenido rebajadas en los últimos años, pero tenemos expectativa de que esas ayudas vuelvan a repetirse”, añadiedo que “el proceso de la autofinanciación no es algo que se logre en un año”. “Aquí se ha venido reconvirtiendo el ingreso de los residentes con la ayuda al máximo de la familia de esos residentes”, puntualizó, y agregó que “eso se va logrando en todos los que ingresan, pero evidentemente cuando comenzamos teníamos a doscientos residentes dentro de la institución, de los que el más alto porcentaje no tenía posibilidades de colaborar y eso se está cambiando poco a poco, por lo que pienso que en el proceso de dos años estaremos hablando de una autofinanciación”.

Ríos informó de que el déficit mensual “ronda los 30.000 euros”, recalcando la importancia de la ayuda del Gobierno central y autonomías españolas para paliarlo, aunque aclaró que “tenemos algunas reservas del año pasado que las estamos manejando y que seguiremos gastando en este segundo año en la medida que no nos lleguen las ayudas que nos permitan subsistir. Siempre procuramos mantener alguna reserva, y no terminar en cero porque eso hablaría de una situación extrema, que nos permite vivir seis meses”.

Apoyo

Sin duda alguna, y así ha quedado de manifiesto en cada una de las asambleas de socios que ha realizado la directiva que encabeza Antonio Ríos, la existencia de este Hogar modélico de ancianos del Gobierno español fuera de España, se asienta en una buena administración, en las ayudas de autonomías y Gobierno central español, y también de la colaboración de la colectividad en el país y del personal de la institución.

Sobre éste último, Ríos explicó que “el personal ha tenido su colaboración porque se lo ha rotado en un seguro de desempleo (paro) que alivió la nómina y justamente estamos analizando ahora si tenemos que volver a usar esa rotación o no, pero no queda dudas que el personal del Hogar ha colaborado”.

También, afirmó que “en el resto de las familias de los residentes podemos decir que hay un 50% de colaboración y la otra mitad no ha colaborado o no ha sentido aún que ésta es una institución que no depende de nadie, depende de nosotros mismos y de algunas ayudas que vienen que son insuficientes”, aclarando que “las familias tendrán que comprenderlo en este segundo año” de readecuación de la variable de autosustentación del Hogar.

Nuevas autoridades

En la asamblea general del próximo mes de abril se elegirán nuevas autoridades para el Hogar Español de ancianos, explicando Ríos que “yo cumplo un período, creo que es lo mejor para cualquier institución, las renovaciones son interesantes para la democracia y esto es desgastante; he vivido tres años y medio dentro de la institución y en estos dos últimos años ha sido un sacrificio desde mi punto de vista muy importante de todos los que están dentro del consejo directivo y de todos los que llegan espontáneamente a colaborar con el consejo”,  aseguró.

Precisó que “hoy vemos en la romería a mucha gente de la colectividad que están trabajando, pero que los vemos todos los días diciéndonos qué arrimo o en qué puedo ayudar”. Confesó, por otra parte, que “yo no tengo pensado mi continuidad, y no es un tema inminente porque recién se producirá en abril y no lo hemos hablado. Es un tema que lo razonaremos dentro del consejo directivo y buscaremos las formas que se puedan adoptar y las personas que puedan llegar sean mencionadas por las instituciones y los allegados al Hogar y buscaremos simplemente tomar actitudes que resulten ser las mejores para la institución”.

Daño de la imagen del Hogar

La estafa descubierta el año pasado contra los residentes del Hogar Español que era realizada por la administradora, segunda en mando dentro de la institución, perjudicó la imagen del buque insignia de la colectividad española a tal punto que aún hay cierto viso de dudas de que no haya más implicados en la maniobra, y la falta de procesamiento de la denunciada y echada funcionaria, aún le da más credibilidad a esas dudas. Ríos, al respecto, reflexionó que estos sucesos “afectan porque hay mucha gente que tiene un período de tiempo mayor, por lo menos comparándolo con el mío, en el Hogar, y eso hace que personas de extrema confianza que estuvieron junto a estos dirigentes por mucho más tiempo, el día que fallan estos funcionarios, no es que falle el funcionamiento de la directiva sino que afecta a dirigentes que no pueden creer lo que pasa, porque realmente lo tuvieron que creer porque no solamente se descubrió sino que la responsable confiesa por escrito y se va de la institución”. “Entonces, eso, sin lugar a dudas, produce un ‘shock’ muy importante que hay que respetar… pero afectó a algunos directivos, por un momento perjudicó el funcionamiento orgánico pero hoy ya están aquí y siempre lo están cuando les pedimos la ayuda”, añadió.

Ríos, finalmente, explicó que “los residentes y la institución necesita que sus dirigentes sigan trabajando, disimulando el sufrimiento de que alguien de tanta confianza les fallara, porque para muchos fue un golpe duro y yo llego a comprenderlo”, culminó.