El Hogar Canario de Sevilla celebró la Navidad con un espectacular belén

El montaje recreó la geografía de Gran Canaria

Imagen parcial del Belén.

El Belén se compone de unas 50 figuras vestidas con trajes típicos canarios, comunes en tiempos pretéritos a todas las islas del Archipiélago, y recrea la atmósfera popular isleña de los siglos XVIII y XIX.

La escenificación del nacimiento del Hijo de Dios se desarrolla en el entorno del Barranco grancanario de Guayadeque, con escorrentías, cultivos tradicionales de plataneras en bancales, así como algunos endemismos propios de las Islas, tales como el drago, símbolo vegetal por antonomasia de Canarias, la palmera canaria y los aeonium, también conocidos como verodes, veroles o bejeques, el aloe, o los productos más típicos de la agricultura tradicional canaria: los plátanos, el millo (maíz), o las ñameras.

El paisaje aparece salpicado de casas-cueva, el hábitat tradicional del lugar, así como de otras construcciones populares, también comunes a todo el Archipiélago, que muestran los rasgos característicos de su origen, claramente influenciado por la arquitectura tradicional portuguesa e inglesa.

Asimismo, se recogen los oficios y ocupaciones tradicionales de la época: la mujer alfarera, la vendedora de pavos –tradición recogida por los cronistas del siglo XIX-, el cestero, la turronera, con su clásico tenderete, o el criador de gallos de pelea, y se incluyen anacronismos tan evidentes como la caja registradora de la cantina, la ermita, los cultivos exógenos antes citados, o animales de granja, como el pavo, de procedencia americana, los cuales, en modo alguno, rompen el ambiente rústico y antañón que se le ha querido imprimir, y contribuyen a una recreación más genuina de una época.