El historiador ibicenco Artur Parrón rechaza el tópico de que el exilio balear a México fue de intelectuales

Muchos de los que tuvieron que partir ya no residían en las Islas, sino en otros puntos de España

Público asistente a la presentación.
Santiago Juan, Artur Parrón, Fanny Tur y Josep María Murià.

En el acto de presentación de su libro ‘L’exili balear a Méxic’, Artur Parrón destaca que es un tópico el que el exilio balear, y el español en general, a México fuese de intelectuales. Médicos, farmacéuticos, radiotelegrafistas y maestros eran las ocupaciones de los baleares que dejaron España a causa de la Guerra Civil con destino México, “pero exilio intelectual, no”, subraya Arturo Parrón.

Además, indica el investigador que a diferencia de lo que considera que hicieron los ciudadanos provenientes de otras partes de España, los isleños dijeron realmente sus ocupaciones y ninguno de ellos echó mano de decir que era ‘payés’ para que se le permitiera la entrada en México; ya que en el cupo que había para permitir la llegada de extranjeros ésta era la ocupación más demandada y los exiliados decían que eran agricultores aunque no lo fuesen porque entrar en México era su última oportunidad.Aún así, a alguno de lo baleares que llegó exiliado a México se le envió a trabajar al campo, “y lo pasaron muy mal”, afirma Parrón.

El hecho de que muchos de los isleños que partieron exiliados a México ya residiesen fuera de las Islas Baleares hace que desde el punto de vista demográfico o económico el exilio no tuviese una gran repercusión. “Lo que fue es una gran pérdida para la democracia”, indica el autor de la investigación. Artur Parrón señala que no se puede hablar de un exilio balear a México unificado e uniforme, sino que éste tuvo sus caracterícticas propias en cada una de las Islas, al igual que los efectos de la Guerra Civil fueron también diferentes en cada uno de estos territorios.Durante su trabajo de campo Artur Parrón tuvo ocasión de tomar contacto con miembros del Ateneo Español en México y destacó que allí era un clamor que los políticos sólo se acuerdan de ellos en épocas electorales. Por ello, el investigador hizo hincapié en la necesidad y el deber de rescatar la memoria de los exiliados, no ya sólo por ellos, “sino por nosotros”, y “no por revanchismo, sino para reforzar nuestra democracia”.

La presentación del libro ‘L’exili balear a Mèxic’ se realizó el pasado 11 de mayo a cargo del catedrático e hijo de exiliados catalanes Josep María Murià y con la intervención también del director de l’Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), Santiago Juan, y la directora de l’Institut Ramon Llull, Fanny Tur, que destacó que el autor es uno de los impulsores de la recuperación de la memoria histórica en las Pitiusas. Por su parte, Santiago Juan subrayó que el tema del exilio balear tiene la suficiente entidad como para ser objeto de estudio en profundidad.

Josep María Murià reivindica que son parte de la historia de España

La presentación de la obra de Parrón corrió a cargo del hijo de exiliados catalanes en México, historiador y catedrático Josep María Murià, que reivindicó que no se debe olvidar a los exiliados españoles porque son parte de la historia de España. Resaltó que además de los nombres de destacados exiliados, es necesario conocer las historias de “gente normal” que tuvo que dejar su país a causa de la Guerra Civil.

Además, indicó que son muchos más que la cifra oficial de 12.000 los exiliados españoles en México, debido a que los registros que había en aquellos años no eran tan exhaustivos como los actuales y no todas las entradas se controlaron.Además, se mostró partidario de que se considere exilio no sólo en producido hasta el año 1944 sino que cree que es necesario prolongarlo hasta 1950, ya que considera que las partidas que se registraron entonces también se produjeron a causa de los efectos de la Guerra Civil.