El hijo de un emigrante ourensano en Suiza, subcampeón olímpico en curling

Martín Ríos logró la medalla de plata en la modalidad de dobles mixtos junto a Jenny Perret

Martín Ríos en los Juegos Olímpicos de invierno que se están celebrando en PyeongChang.

El hispanosuizo Martín Ríos se proclamó el martes 13 de febrero subcampeón olímpico de dobles mixtos de curling junto a su compañera Jenny Perret en los Juegos de PyeongChang. Los ganadores fueron los canadienses John Morris y Kaitlyn Lawes.

Martín, de 36 años, es hijo de José Ríos, un chapista orensano que emigró a Suiza en los años sesenta, y de Lisbeth, tiene tres grandes debilidades: Ourense, la tierra de su familia paterna a donde retorna cada verano, el Real Madrid y Rafa Nadal.

Con esta medalla de plata en una modalidad que se estrenaba en estos Juegos, Martín Ríos añadió un nuevo éxito a un palmarés en el que cuenta además con dos títulos mundiales (Erzurum-Turquía-2012 y Lethbridge-Canadá-2017) y el Europeo de 2001 en Tarnby (Suecia).

En Santiago, en Ourense, en Carballiño, en el barrio de Costiña, muy cerca del río Miño, primos, tías y numerosos amigos siguieron con nerviosismo la final olímpica de Martín y Jenny.

«No sabíamos nada. Mi hermano no nos dijo nada hasta ayer, cuando ganó la semifinal. Es que como aquí, en España, ese deporte no lo conocemos y no se le da importancia. Ahora sí que estamos nerviosos», reconocía Chus Ríos, su tía paterna pocos minutos antes de la final, según publicaron diferentes medios.

«Mi padre es de Carballiño, Ourense, mi madre es suiza… Nunca viví en España pero las vacaciones siempre las pasamos ahí. Adoro España, soy hincha del Madrid y de Rafa (Nadal). Además, he jugado dos años con España, con mi equipo de Jaca y mis tres compañeros de entonces siguen siendo muy buenos amigos míos.

A sus 36 años, reconoce que después de la final su futuro es «incierto «. «Aún no sé nada. Mi planificación se acabó con la final olímpica».

Con once años, un amigo le llevó a una pista de hielo a presenciar un partido de curling y, desde entonces, no ha dejado de practicarlo. «Pero no vivo de los éxitos. Tengo que trabajar para ganarme la vida y por eso soy técnico de juniors en la federación suiza», admite.