En el encuentro, Méndez de Vigo expresó el respeto del Gobierno de España a la decisión de los ciudadanos suizos en el referéndum del pasado 9 de febrero en relación con la limitación de entrada de inmigrantes en Suiza, porque es la expresión democrática de su voluntad. No obstante, trasladó también a su homólogo que España lamenta el resultado del referéndum, al poner en cuestión un elemento esencial de las relaciones entre la Unión Europea y Suiza, según informaron desde el propio Ministerio de Asuntos Exteriores.
El secretario de Estado se interesó por las reformas legales que ahora Suiza deberá realizar y que afectarán directamente al Acuerdo bilateral de Libre Circulación de Personas entre la Unión Europea y Suiza de 2002, e indirectamente al resto de Acuerdos que este país mantiene con la Unión Europea. También preguntó por la situación a partir de ahora de los españoles en Suiza a lo que Rossier respondió que las reformas no afectarán a los que ya viven en el país.
Méndez de Vigo puso en contexto la inquietud sobre las reformas en Suiza en esta materia por la vital importancia de la libre circulación de personas para la Unión Europea, una de las cuatro libertades básicas del mercado interior. El carácter fundamental de esta libertad va más allá de complementar la libertad de movimientos de bienes, servicios y capitales para dar cuerpo a un auténtico Mercado Común, ya que esta libertad beneficia directamente a las personas.
El secretario de Estado subrayó que la Unión Europea es una comunidad de Derecho y que en ella resulta insoslayable el respeto escrupuloso de los Tratados.