El Gobierno modificará el Código Civil para facilitar el acceso a la nacionalidad española a los sefardíes

Reformará el artículo 23 para que obtengan la doble nacionalidad y mantengan la del país de origen

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

El Consejo de Ministros recibió el viernes 7 de febrero un informe de los ministros de Justicia y de Asuntos Exteriores y de Cooperación sobre el Anteproyecto de Ley por el que se modifica el artículo 23 del Código Civil para conseguir la agilización de la concesión de nacionalidad por carta de naturaleza a los ciudadanos sefardíes que lo deseen. La reforma permitirá la doble nacionalidad, es decir, que los nuevos españoles conserven también la que tenían con anterioridad, como ocurre con algunos países como los iberoamericanos.

En la actualidad, los ciudadanos sefardíes pueden adquirir la nacionalidad española por dos vías: después de llevar dos años residiendo en España (como los nacionales de Iberoamérica, Portugal y Filipinas) o por carta de naturaleza. Sin embargo, esta segunda vía, al tratarse de un acuerdo del Consejo de Ministros en el que se valoran las excepcionales circunstancias de su vinculación con España, quedaba al arbitrio de los respectivos Gobiernos.

Mediante el presente Anteproyecto se establece que esas circunstancias excepcionales concurren de por sí en aquellos ciudadanos extranjeros sefardíes que prueben dicha condición y su especial vinculación con nuestro país, aun cuando no tengan residencia legal en España, cualquiera que sea su ideología, religión o creencias.

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha dicho que esta decisión tiene un «significado histórico profundo» y refleja la realidad de la sociedad española «como una sociedad abierta, plural, cuya identidad se define por el reconocimiento de la diversidad».

Gallardón destacó que lo fundamental de esta reforma, lo que supone «un paso extraordinariamente significativo», es que permite la doble nacionalidad, es decir, que los solicitantes podrán conservar la nacionalidad que tenían con anterioridad, sin tener que renunciar a la misma.

En su opinión, esta modificación del Código Civil pretende reparar «una deuda histórica consistente en permitir que aquellos que siempre han querido ser españoles, que han llevado allí donde viviesen, dijera lo que dijera su pasaporte, nuestra lengua» tengan la puerta abierta para «volver a ser lo que nunca debieron de dejar de ser, es decir, ciudadanos españoles con plenos derechos».