En general, no se registraron incidentes relevantes, a excepción de la batalla campal que se produjo en el centro de Barcelona, aunque no estaba directamente relacionada con la huelga general, sino que fue ocasionada por jóvenes antisistema. Sesenta heridos y 42 detenidos, así como numeroso mobiliario urbano destrozado fueron los efctos de los sucesos ocasionados por los setecientos jóvenes. En Getafe, a la entrada de la empresa EADS-CASA, los agentes policiales se vieron obligados a efectuar disparos al aire al verse rodeados por piquetes sindicales. En gerneral, en los grandes polos industriales sí que se notó la huelga, con piquetes informativos que en ocasiones retrasaban la entrada de los trabajadores que acudieron a sus puestos y en otros provocaron incidentes con enfrentamientos con la policía o quema de materiales. En algunos puntos, algún sindicalista resultó herido, algunos por atropellos, aunque en ningún caso hubo heridos graves.
En los sectores públicos, incluidos sanidad y educación, apenas se siguió la jornada de movilización, y en los transportes funcionarion los servicios mínimos.El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, en su última comparecencia de la jornada, señaló que la huelga tuvo un “seguimiento desigual y un efecto moderado”, amplia en algunos sectores como la industria del automóvil y los puertos. En la Administración General del Estado, la huelga la siguió el 7,52 por 100 y en el sector del transporte, fue del 21 por 100. También apuntó que el consumo de energía cayó un 16,5 por 100 respecto a la previsión. Corbacho añadió que tenía la convicción de que “desde mañana habrá mucho trabajo que hacer y de que el diálogo es el mejor camino”. Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su confianza en encontrar cauces de diálogo con las centrales sindicales, aunque no se va a rectificar la reforma laboral, que es el objetivo que buscaban los sindicatos con la huelga general.
Los sindicatos calificaron de éxito la convocatoria, cuyo seguimiento cifraron en torno al setenta por ciento y que culminaron con manifestaciones en las principales ciudades, con 1,4 millones de participantes en toda España, según CCOO. El líder de este sindicato, Ignacio Fernández Toxo, indicó que “si el Gobierno no quiere persistir en esa tendencia suicida, debería atender el clamor de la calle”.En el Congreso, hubo sesión, aunque siete diputados no acudieron en solidaridad con los huelguistas. Fueron los representantes de BNG, IU, ICV y ERC. Desde el PP se mostraron en contra de la movilización y señalaron que lo que necesita España son unas elecciones generales para que haya un cambio en el Gobierno.La Casa Real no tuvo ningún acto público en la jornada de huelga, aunque señalaron que fue porque no había ninguno previsto para la jornada.