La iniciativa del Gobierno vasco sostiene que no precisa de autorización del Estado para su realización.
La ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado, dijo que, en caso de que este proyecto fuese aprobado como ley por el Parlamento vasco, como explica La Moncloa, incumpliendo lo dispuesto en la Constitución, en el Estatuto de Gernika y en el resto del ordenamiento jurídico, “no tengan ninguna duda de que el Gobierno impugnará la ley ante el Tribunal Constitucional, con la consiguiente suspensión de su vigencia, de acuerdo con el artículo 161.2 de la Constitución”.
La ministra señaló que el Gobierno quiere trasladar a los ciudadanos vascos su “total oposición a proyectos unilaterales, que no sólo no cuentan con el consenso necesario entre las diferentes fuerzas políticas sino que dividen a la sociedad vasca y se sitúan fuera de la Constitución”. La declaración del Gobierno se produjo el mismo día que el Ejecutivo vasco aprobaba el proyecto de ley para la convocatoria de la consulta que promueve Ibarretxe y que aún tiene que ser aprobada por el Parlamento autonómico. Las preguntas que incluye la consulta son:
“¿Está Usted de acuerdo en apoyar un proceso de final dialogado de la violencia, si previamente ETA manifiesta de forma inequívoca su voluntad de poner fin a la misma de una vez y para siempre?”
“¿Está Usted de acuerdo en que los partidos vascos, sin exclusiones, inicien un proceso de negociación para alcanzar un Acuerdo Democrático sobre el ejercicio del derecho a decidir del Pueblo Vasco, y que dicho Acuerdo sea sometido a referéndum antes de que finalice el año 2010?”
No condena a ETA
Una de las críticas que recibieron las preguntas es la ausencia de la condena a ETA y que algunos sectores atribuyeron a la necesidad que tiene Ibarretxe de contar con los votos del Partido Comunista de las Tierras Vascas, para sacar adelante su consulta, a la que quiere convocar a los ciudadanos vascos el 25 de octubre.
El lehendakari ya entregó en el Parlamento vasco el proyecto de ley y se espera que el 27 de junio sea aprobado. Ibarretxe dijo que “queremos desbloquear la situación política emplazando a todos los partidos vascos a negociar y alcanzar un acuerdo sobre el ejercicio del derecho a decidir del pueblo vasco”. Insistió en que “tenemos que poder decidir vivir juntos, ya que si no hay libertad para decidir, la convivencia no es libre, es impuesta”. Días después, el lehendakari afirmó que se irá a casa si los vascos rechazan su consulta.
Por su parte, ETA descartó en un comunicado “fraudes vestidos de reforma autonómica”, en referencia a la consulta, y apostó “por acelerar la lucha” para lograr “un Estado vasco”. La banda terrorista señala que, “si no se da una respuesta adecuada al fondo del problema, el conflicto persistirá”.