El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, la justifica para evitar frustración en los inmigrantes.
La reforma también amplía de 40 a 60 días el tiempo máximo para cumplir los trámites administrativos necesarios para poner en marcha la repatriación de ‘sin papeles’ y el reconocimiento de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución para este colectivo.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se mostró segura durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de que “una mayoría de fuerzas políticas” respaldarán la iniciativa en el Congreso.
La nueva legislación sobre reagrupación familiar para extranjeros contempla la posibilidad de que padres y abuelos puedan reunirse con sus familiares siempre y cuando el inmigrante lleve más de cinco años en el país y tengan autorización de residencia permanente, aunque solamente será aplicable en los casos de familiares en línea ascendente.
La prioridad es la familia nuclear; es decir, padres e hijos. Los inmigrante sólo podrán traer a sus familiares siempre y cuando tengan más de 65 años, estén a su cargo y “existan razones que lo justifiquen”, ya que “la capacidad de acogida no es ilimitada”, y esto puede desembocar en una “frustración” para los inmigrantes que pretenden asentarse en España, según declaró Corbacho.
El proyecto propone una ampliación en el tiempo de internamiento al que serán sometidos los inmigrantes que se encuentren a la espera de una orden de expulsión o repatriación, de 40 a 60 días.
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Compromiso en favor de la integración
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Con motivo del Día Internacional del Migrante, el Gobierno emitió un comunicado en el que reitera su compromiso en favor de la integración de los inmigrantes en la sociedad. Así, señala que las migraciones son positivas para las sociedades si se ordenan adecuadamente y que quienes emigran para trabajar y encontrar una nueva oportunidad están contribuyendo al avance económico, al bienestar social y a construir una sociedad con mayor diversidad y riqueza cultural. Por otra parte, el contingente de trabajadores extranjeros estables previsto para 2009 “no llegará a las mil contrataciones”, frente a las 15.731 que se habían contemplado este año, según el informe acordado en el Consejo Superior de Políticas de Inmigración. Este descenso se debe a que en la actualidad “hay trabajadores en España” para cubrir los puestos disponibles.