El Gobierno afirma que no bajará la guardia tras la detención de seis etarras en Francia

El PP insiste en que se rompa la negociación y se disparan los actos de violencia callejera

El Gobierno, tras estos arrestos, señaló que no bajará la guardia hasta que constate que la violencia cesa para siempre, mientras el PP pidió una respuesta más contundente y que se rompa la negociación. Los arrestos provocaron más violencia callejera.
Tres presuntos miembros de ETA fueron detenidos en el centro de Francia. La policía judicial gala los arrestó en una casa rural que habían alquilado al sur de Aurillac, sin que hubiera incidentes. Se trata de tres hombres de menos de cuarenta años de edad. Otros tres presuntos miembros de ETA, con material para explosivos, fueron detenidos unos días antes en Losere, al sur de Francia. Entre ellos está el responsable del aparato logístico de ETA, Zigor Garro Pérez, de 36 años.
Los tres primeros detenidos habían alquilado una casa tras hacerse pasar por escritores en busca de tranquilidad. Considerado por la policía española como el jefe logístico de la banda desde 2004, Garro fue juzgado en rebeldía y condenado el miércoles en París a siete años de cárcel, en un macrojuicio contra catorce presuntos etarras que concluyó sólo horas antes de su captura. Los otros dos primeros detenidos son su novia, Marina Bernadó Bonada, de 37 años, que al parecer comenzó a colaborar con ETA en 2000 y se refugió en Francia en 2001, y Ekain Mendizábal Mújica, de 25 años, activista vinculado a la violencia callejera de las juventudes del entorno etarra. Las últimas detenciones están vinculadas al robo de 350 armas cometido el 23 de octubre en una armería de Vauvert, al suroeste de Francia, y que las policías gala y española atribuyen a ETA. Tras los últimos arrestos, los actos de violencia callejera se multiplicaron en el País Vasco. Se quemaron neumáticos sobre las vías en San Sebastián, fue asaltado un &#145batzoki&#146 del PNV en Vitoria, fueron incendiados en Vizcaya tres cajeros automáticos en Markina y uno en Getxo y se rompieron los cristales de un concesionario de Peugeot en Bilbao. Una manifestación para la que no se había pedido autorización se saldó con la detención de un joven por desórdenes públicos, amenazas e insultos a los agentes de la Ertzaintza que disolvieron la movilización. La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió de que el Gobierno seguirá firme y que no bajará la guardia “ni un minuto” hasta que constate que la violencia cesa “para siempre”. Sin embargo, para el PP la respuesta del Ejecutivo ante “el rearme y reorganización de ETA” es, según su secretario de Comunicación, Gabriel Elorriaga, “ridícula” y “claramente insuficiente”, y cree que debería romper la negociación con la banda terrorista ETA.


Interior dice que trabajaban en aprovisionamiento de explosivos

El ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, confirmó respecto a los tres últimos detenidos que “estarían trabajando en tareas de aprovisionamiento a ETA, básicamente de explosivos y otros tipos de material”, según los datos de que dispone. El ministro explicó que esta operación es distinta a la anterior, que era contra el aparato logístico. Explicó que los “primeros indicios” surgieron después del robo de pistolas. Alfredo Pérez Rubalcaba afirmó que “la paz y la violencia son dos palabras radicalmente opuestas” y manifestó que “violento es el que quema un cajero, extorsiona o pone una bomba pero también el que se prepara para ello”. Sobre la situación del proceso del paz, señaló que el PSOE tiene “tanta voluntad en acabar con la violencia como firmeza a la hora de abordarlo con las reglas del juego que pusimos sobre la mesa”.