El FC Deportivo Galicia de Londres se propone el reto de jugar la FA Cup, el torneo de fútbol más antiguo del mundo

Este equipo de emigrantes que nació ligado al Centro Gallego se ha situado a un paso de las competiciones semiprofesionales

La plantilla del FC Deportivo Galicia delante del Centro Gallego de Londres.
El vestuario del equipo.

En el año 1968 se creó el Centro Gallego de Londres y dentro de esta entidad surgió el FC Deportivo Galicia, un equipo de fútbol modesto que hoy en día aspira a disputar la FA Cup, el torneo de fútbol más antiguo del mundo.

“Nuestro plan es jugar la FA Cup en los próximos cinco años, que sería algo muy grande aquí, y especialmente para un club español y gallego”, explicó recientemente Leo Decabo, el actual responsable del primer equipo, en un reportaje publicado por VICE Sports y firmado por Guille Álvarez (@GuilleAlvarez41). De conseguir su objetivo, el club se convertiría en el primer equipo de origen español de la historia en competir al máximo nivel en Inglaterra.

El camino ha sido largo y complicado, ya que el fútbol amateur inglés tiene exigencias administrativas que harían pasar apuros a los clubes de Segunda B en España. “En los ochenta ya nos exigían contar con estructuras profesionales, necesitábamos una sala de prensa, un bar, etcétera”, comenta Eduardo Cagigao, exsecretario general del equipo e hijo de uno de los primeros entrenadores, Paco.

La compleja estructura organizativa y las exigencias económicas jamás amedrentaron a un equipo que vivió unos primeros años algo turbulentos. A principios de los años setenta hubo una escisión que dividió al club en dos aunque poco después las mismas dificultades fueron las que les obligaron reunirse de nuevo y entonces nació el actual FC Deportivo Galicia, que evidentemente tomó su nombre prestado del Deportivo de La Coruña porque la mayoría de los fundadores eran de allí.

La historia de la comunidad gallega en la capital británica hubiese sido muy distinta sin su presencia ya que fue el propio club de fútbol el que rescató económicamente al Centro Gallego para evitar su desaparición. “O nadas o te hundes, que dicen los británicos. Nos pusieron muchas trabas e intentaron sacarnos de las principales ligas amateurs. Al principio los miembros no sabían demasiado inglés y no tenían el rigor organizativo británico, pero lo supimos corregir a tiempo para salir adelante”, recuerda Cagigao.

El gran cambio ocurrió cuando pasaron de jugar los domingos a los sábados, que en las Islas marca la diferencia entre el fútbol de pachanga y algo que se podríamos definir como amateurismo serio. En 1995, Decabo entró al equipo tras una fusión con el España Athletic, otro conjunto de la ciudad. Esa fue la mejor temporada del club, que logró un triplete ganando todas las competiciones en las que participó y ascendiendo a la primera división de la Middlesex County Football League -decimoprimera división del fútbol inglés-, donde todavía militan.

En los últimos años, el equipo se ha mantenido a flote mientras el resto de clubes de origen español iban cayendo por culpa de la crisis. Ahora, donde antes había diez equipos con acento ibérico, solo queda el Deportivo Galicia. El club, en este contexto, ha vuelto a ser protagonista dentro y fuera del campo.

Una ayuda para la integración

“No estaba pasando los mejores momentos con mi padre, así que decidí que era hora de cambiar de aires, vivir una experiencia nueva, salir de mi de zona de confort y, lo más importante, aprender inglés”, cuenta Aitor Lizaso, una de las últimas incorporaciones del club. Con 18 años, este guipuzcoano ha encontrado en el Deportivo Galicia la mejor manera de integrarse a su nueva ciudad: “Me han ayudado mucho con la integración; me han acogido sin conocerme de nada y me han tratado como si fuese de la familia, les debo mucho”.

Desde su fundación, el equipo ha buscado facilitar la adaptación de los recién llegados. “No es solo fútbol, aquí tratamos de ayudar a la gente con sus proyectos de vida. A los jóvenes les ayudamos con el inglés y las ofertas de trabajo. Lo que importa es la actitud, y los que lo dan todo por el equipo valen igual para el mercado laboral. Una cosa que me encanta es ver cómo los jugadores se ayudan entre ellos”, explica Decabo.

“Mi primer trabajo en Reino Unido como camarero fue gracias a un compañero de equipo y mi actual trabajo como profesor en un colegio de educación infantil fue gracias a la novia de otro de mis compañeros”, comenta Antón Fernández, que cambió su Ourense natal por Londres hace dos años, cuando a su pareja le dieron plaza de enfermera en la City. “Jugar al fútbol aquí te hace las cosas mucho más fáciles, después de toda una vida jugando en España no podría imaginar mis fines de semana sin ‘mi’ fútbol”, añade.

Lo que empezó como un equipo de barrio es ahora un proyecto mucho más global. En las filas del Deportivo hay más de sesenta jugadores, un 80% de ellos españoles. El resto son de todos los rincones que te puedas imaginar: Siria, Afganistán, Sierra Leona, Italia, Inglaterra… En 2013 les llegó el reconocimiento de la Asociación de Fútbol de Inglaterra (FA) como club Charter Standard, lo que ha situado a este humilde club de emigrantes a un paso del semiprofesionalismo.

Más apoyo económico

El reto sigue siendo imponente. El año que viene pretenden, además de alcanzar el sueño de la FA Cup, ascender de categoría. Terceros en la liga, están cumpliendo el objetivo en lo deportivo, aunque de nuevo el dinero será el gran reto. 28 000 euros, ese sería el coste de una temporada entera en la siguiente división, la décima del escalafón inglés. En la actualidad ya es el único de su categoría en el que los jugadores ponen el dinero de sus bolsillos: unos 260 euros al año.

A pesar de que cuentan con subvención de la Xunta de Galicia y el patrocinio de un banco, las cifras que manejan sigue siendo insuficientes. Alquilar las instalaciones de entreno les cuesta 300 euros por sesión, y un partido 500, así que solo se entrenan una vez a la semana y a veces no todos pueden asistir por culpa del trabajo.

“A nuestros jugadores les exigimos profesionalidad, pero ellos no reciben nada a cambio”, valora Decabo. En realidad sí que reciben mucho, y es que a través del fútbol disfrutan, se reúnen y encuentran una válvula de escape del tumulto de una urbe como Londres.

Orgullosos de ser españoles y gallegos

“Lo que más me gusta es el amor que gran parte de los jugadores y cuerpo técnico tienen por Galicia y por España. Presumen orgullosos de ser españoles y gallegos por todo el Reino Unido, y es algo que me ayuda a curar la morriña”, asegura Fernández, de 23 años. Eso sí, en los entrenamientos está prohibido hablar español, que hay que aprender inglés, claro.

“Para mí, el Deportivo Galicia es pasión, es algo único, es ser pioneros. Hay días que es frustrante, complicado, pero el sueño de la FA Cup nos hace tirar hacia adelante”, suspira Decabo. Sin duda, de conseguir acceder a la FA Cup, se habrán ganado un bonito lugar en la historia del fútbol español y británico.