Los magistrados adoptaron esta decisión después de que el que fuera director general de la Policía en el momento de los atentados del 11 de marzo de 2004 de Madrid (11-M), que acudió al juicio como testigo y que ahora es eurodiputado del PP, se negara a dar el nombre de esa persona argumentando que no podía revelar sus datos porque es una “fuente policial acreditada y honesta” del Cuerpo Nacional de Policía y que prefería que la responsabilidad recayera sobre él. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le rogó en varias ocasiones que meditara “tranquilamente” la consecuencia de su negativa no sólo por su condición de aforado al ser eurodiputado, sino por el problema que supone las situación en la que queda este proceso y le dijo: “medite, se lo ruego, más allá de su postura ética y del amor que dice tener a la Policía”, pese a lo que Díaz de Mera no cambio su posición.
Por otra parte, en otra jornada del juicio, el ex Jefe de la Brigada de Estupefacientes de la comisaría de Avilés, conocido como Manolón, recalcó que el acusado José Emilio Suárez Trashorras “nunca” le informó de que unas personas de origen árabe querían adquirir explosivos. Además, detalló que debido a los contactos y conversaciones con el acusado, empezó a sospechar tras el atentado que él “sabía” algo respecto a la célula terrorista que perpetró la masacre. De este modo, afirmó que tras varios comentarios de Trashorras, en los que apuntaba que “los moros” eran los autores del atentado, y tras las informaciones que surgieron a partir del 13 de marzo del 2004 en los medios, empezó a “sospechar” que el acusado “podía saber algo”, ya que le había comunicado previamente que había mantenido varios contactos con algunas personas musulmanas que traficaban con hachís.
Por otra parte, el abogado defensor de los acusados por la autoría material de los atentados Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, José Luis Abascal, preguntó a uno de los testigos, un comisario de la Unidad Central de Información Interior (UCII), especialista en ETA, si consideraba que la banda terrorista pudo tener alguna vinculación con el primer atentado cometido contra las Torres Gemelas de Nueva York, en 1993.
El presidente del tribunal intervino para precisar que no había lugar a la pregunta aunque indicó que Abascal podía realizarla si podía establecer alguna relación con el caso. El abogado entonces especificó que lo que quería saber es si el testigo tenía alguna información que apuntara a que los pasaportes falsos utilizados en aquel atentado los facilitó ETA. “No tengo ningún dato sobre este atentado”, contestó el comisario.