La victoria en la decimoctava y última carrera de la temporada se la apuntó Felipe Massa, compañero de Michael Schumacher. Salió desde la ‘pole’ y cruzó primero la línea de meta para convertirse en el primer brasileño que gana el gran premio de su país desde 1993, cuando se impuso Arton Senna. Alonso acabó segundo y el británico Jenson Button (Honda) cerró el podio. En su última carrera en la Fórmula Uno, Michael Schumacher consiguió acabar en la cuarta plaza en una carrera en la que, tras caer al último lugar por un pinchazo, dejó patente que podría incluso haber ganado la carrera. Su actuación fue espectacular y en su última vuelta en activo, logró la vuelta más rápida de la carrera.
Alonso llegó al circuito de Interlagos con la necesidad de acabar entre los ocho primeros, siempre y cuando el ganador fuera Michael Schumacher, circunstancia ésta que no estuvo en condiciones de convertirse nunca en una realidad, pese a que el alemán lo intentó hasta el final.
La carrera comenzó bien para Alonso, que pudo mantener la cuarta plaza desde la que arrancó y sin nadie que le acosara peligrosamente y que pudiera dejarle fuera de combate.
Alejado de todo peligro, el español condujo a la estela del finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) y el italiano Jarno Trulli (Toyota). El primero se descolgó en seguida y el segundo tardó poco en abandonar por problemas mecánicos, al igual que su compañero, el alemán Ralf Schumacher.
Por detrás, Michael Schumacher comenzó a ganar rápidamente posiciones. Cuando la carrera se neutralizó en la segunda vuelta por un accidente del alemán Rosberg (Williams-Cosworth) al poco de comenzar, el ‘kaiser’ ya se había colocado sexto, con una pasada en bloque a los dos hombres de BMW Sauber, el también alemán Heidfeld y el polaco Kubica.
Michael Schumacher siguió con su labor de escalar posiciones hasta que en la octava vuelta se acabaron sus esperanzas. Después de adelantar al italiano Giancarlo Fisichella, compañero de equipo de Alonso, recibió un ligero impacto del alerón delantero del coche del transalpino en la rueda trasera izquierda. El neumático se rajó y el piloto de Ferrari tuvo que enfilar el camino de la calle de boxes.
Tras cambiar no sólo la rueda pinchada sino el conjunto entero de neumáticos, Michael Schumacher se incorporó a la pista en la última posición y con una eternidad de segundos de desventaja por delante.
Nada más conocer el problema de su rival, Alonso, que viajaba segundo por detrás de Massa, ya no tenía necesidad de forzar en exceso su mecánica, pero condujo con frialdad e inteligencia, sin asumir riesgos innecesarios. El título era lo único que importaba. Tras su segunda parada pudo mantener la segunda plaza.
Pese a todo, Michael Schumacher no se dio por vencido y volvió a la carga para tratar de acabar lo más adelante posible. En una remontada espectacular fue trepando en la tabla de posiciones hasta situarse en el quinto puesto a falta de siete vueltas para el final. Adelantó de forma espectacular al mismo piloto que le envió a los boxes. Fisichella no aguantó la presión del alemán y acabó haciendo una excursión a la hierba.
Schumacher luego se lanzó a por Raikkonen, al que acabó por superar en una espectacular maniobra a dos vueltas del final. Ya no le quedaba más tiempo para seguir trepando. Consiguió remontar desde la última hasta la cuarta posición final en una carrera espectacular.
Alonso acabó tranquilo en la segunda posición para convertirse, con 25 años, en el más joven piloto de la historia en lograr el segundo título Mundial. Hasta hoy era el propio Michael Scumacher, que ganó su segundo mundial con 26.
Este resultado ha permitido además ganar el Mundial de Constructores por segundo año consecutivo a Renault. Ferrari necesitaba copar las dos primeras plazas en Brasil para impedir el triunfo francés.
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Emoción en el Centro Asturiano de Sao Paulo
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Un centenar de incondicionales se reunieron en el Centro Asturiano de Sao Paulo, Unificado a la Sociedade Hispano-Brasileira, para ver la victoria del brasileño Felipe Massa y la obtención del bicampeonato Mundial de Formula 1 del asturiano Fernando Alonso. Saboreando una paella ante una pantalla gigante los emigrantes y descendientes de asturianos estuvieron muy atentos a todo lo que ocurría en la pista de Interlagos, donde otros 100 asturianos acompañaban en directo a las evoluciones del piloto del Principado. Al final, muchos aplausos para Felipe Massa y una ovación de gala para Fernando Alonso que, por segundo año consecutivo, logra el título de campeón mundial de Fórmula Uno en Sao Paulo, donde tiene una gran afición.