El escrutinio del voto exterior confirma que la ley electoral ha destrozado la participación de los emigrantes

Ha pasado del 31,7% en 2008 al 4,96% del 20-N y se han contabilizado un total de 73.361 sufragios

Recuento del voto exterior en la circunscripción de Pontevedra.
Recuento del voto emigrante en la Junta Electoral de Baleares.

La característica fundamental y que más llama la atención del escrutinio del voto exterior es la bajísima participación que se ha producido en comparación con los datos registrados en el año 2008. En concreto se ha pasado del 31,7% y 378.865 votos al 4,96% y 73.361 sufragios. Este tremendo descenso en la participación se debe fundamentalmente al nuevo procedimiento de voto establecido en la Ley Electoral (Loreg) tras su reforma pactada y apoyada por los grupos parlamentarios, salvo Izquierda Unida, en parte por Coalición Canaria, y otros grupos minoritarios.

Este procedimiento ha convertido un derecho fundamental de los españoles en el extranjero, como es el del voto, en una auténtica carrera de obstáculos de papeleo, envíos postales, desplazamientos y demás.

Tenerife y Soria, datos alarmantes

Algunos datos llamativos en lo referido a los de la participación son los de las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Soria.

La primera cuenta con nada menos que 77.049 inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) de los cuales solicitaron la documentación para votar 4.729, el 6,13% y finalmente lo hicieron 749 personas, que suponen un irrisorio 1%.

Cabe destacar que la mayor parte de los tinerfeños en el exterior residen en Venezuela y Cuba. De hecho, entre ambos suman más de 80.000 canarios en el exterior de los 105.000 inscritos en el CERA.

De Venezuela se recibieron un total de 2.249 cuando en la República Bolivariana residen nada menos que 144.269 españoles. Es decir que tan solo el 1,5% de los ciudadanos españoles allí residentes solicitaron la documentación para poder votar.

Y no solo eso. De esas 2.249 peticiones de la documentación tan solo se depositaron 175 votos en la urna ubicada en el Consulado en Caracas y ningún voto por correo. Es decir, tan solo ejercieron su derecho a voto el 0,12% de los españoles que allí viven.

Se trata de una cifra poco creíble si no se tiene en cuenta que el funcionamiento del correo venezolano es francamente deficiente. Pero esta cuestión deberían haberla tenido en cuenta los legisladores cuando idearon un procedimiento de voto que dificulta hasta tal punto la participación electoral de los residentes en el exterior que supone una clara restricción de su derecho al voto.

Asimismo, en Venezuela residen casi 50.000 de los algo más de 77.000 tinerfeños que hay fuera de España. Así que el problema está identificado claramente: los españoles residentes en Venezuela no pueden votar con el nuevo sistema electoral.Por otra parte, llama también la atención el dato de Soria que quizás se haya debido a algún tipo de fallo técnico o algún error que merecería una explicación.

Para estas elecciones generales estaban llamados a votar un total de 4.774 sorianos residentes en el extranjero de los cuales lo hicieron 14, el 0,29%. Ocho se decantaron por el PP, 5 por el PSOE y 1 por el PACMA (Partido Contra el Maltrato Animal). Inaudito.

Observando con detalle las tablas publicadas en España Exterior el lector se da cuenta rápidamente del supino desastre que ha supuesto para nuestros emigrantes la reforma de la Ley Electoral puesto que a nadie se le escapa que su relevancia a la hora de establecer políticas que les sean favorables y ayuden a mejorar la situación de los más necesitados está ligada, en buena medida, a su influencia electoral.

Influir en Girona y Navarra

En estos comicios el resultado del escrutinio del voto exterior, realizado entre el miércoles 23 y el viernes 25 de noviembre, no ha supuesto ningún cambio en el reparto de escaños surgido tras la jornada de votación del domingo 20 de noviembre.Aunque sí que pudo haber modificado un escaño en Girona, donde el Partido de los Socialistas de Cataluña y Esquerra Republicana se disputaban un acta. Finalmente, los independentista mantuvieron su diputado.

También hubo posibilidades en Navarra, pero debido en buen parte a la baja participación, se desvanecieron. El partido Geroa-Bai mantuvo su escaño sin problemas.

Parece milagroso que a pesar de una participación tan rácana como la que ha habido en estos comicios, el voto de los españoles en el extranjero pueda seguir manteniendo su influencia. Todo es debido, sencillamente, al sistema de reparto de escaños y a la conocida Ley d’Hondt. Es decir, siempre que los restos de votos sean muy ajustados, el voto emigrante tendrá algo que decir.

Galicia y Madrid, puntales del PP

Además de la participación, la otra gran noticia una vez realizado el escrutinio del voto emigrante es la remontada del Partido Popular que en buena medida se debe al importante apoyo que cosechó en las dos comunidades autónomas con mayor número de electores en el extranjero: Galicia y Madrid.

En ellas, ambas gobernadas por el PP, la diferencia lograda respecto al PSOE fue lo suficientemente amplia como para amortiguar la victoria de los socialistas en nada menos que 13 comunidades autónomas.

En Madrid el PP obtuvo 5.941 votos -el 47,7% del total de sufragios emitidos- por los 3.622 del PSOE, el 29,1%. Una amplia ventaja de 2.319 votos y casi 19 puntos porcentuales.

Si se comparan estos datos con los de las elecciones generales de 2008 el vuelco es espectacular. En aquella ocasión el PSOE obtuvo 21.036 votos, que supusieron el 53,14%, por 14.969 del PP, el 37,8%. Una diferencia de 15,3 puntos.

Cabe recordar que en el año 2007 el Gobierno de la Comunidad de Madrid decidió crear la Agencia Madrileña para la Emigración, que dirige Victoria Cristóbal. Está claro que la labor realizada desde el Ejecutivo autonómico a favor de los emigrantes madrileños está dando sus frutos en forma de votos ya que el Partido Popular ha conseguido remontar 15 puntos porcentuales con el PSOE y añadirles otros 19. Es decir, que ha sumado 34 puntos de diferencia.

El caso de Galicia es similar al de la Comunidad de Madrid. En el año 2008 el Partido Socialista obtuvo en dicha región una victoria aplastante entre los residentes en el exterior ya que logró 66.460 votos de los 113.513 emitidos, el 58,5%. Por su parte, el Partido Popular se tuvo que conformar con 38.489 sufragios, el 33,9% (¡aquellas sí eran cifras de participación decentes!). Una diferencia porcentual de nada menos que 24,6 puntos.

Casi cuatro años después, el PP ha logrado una victoria incontestable al lograr 7.773, el 48,4% de los 16.067 sufragios escrutados, frente a los 6.083 del PSOE, el 37,9%. Una diferencia de 1.690 votos y casi 11 puntos cuando los ‘populares’ partían con una desventaja de 24,6 puntos porcentuales. Con lo cual, el PP ha sumado en estos comicios generales un total de casi 36 puntos porcentuales respecto al PSOE.

Cabe recordar que en 2009 cambió el gobierno de la Xunta y Alberto Núñez Feijóo se convirtió en el presidente de la Comunidad gallega.

Obviamente, la tremenda bajada del PSOE no siempre es recogida en su totalidad por el PP, pero para los socialistas debería ser algo indiferente ya que la sangría de votos que han perdido entre los electores en el extranjero -unos 20 puntos en total- es los suficientemente grave como para replantearse la estrategia a seguir en materia de emigración.

Victorias escasas

Si bien es cierto que el PSOE logró el triunfo en 13 Comunidades Autónomas y el PP solo en 6, también los es que de esos 13 triunfos socialistas 10 fueron con una diferencia de menos de 500 votos.

Así, en Aragón ganó por 273 votos, en Canarias por 143, en Cantabria por 28, en Castilla y León por 176, en Castilla-La Mancha por 206, en la Comunidad Valenciana por 251, en Extremadura por 273 en Murcia por 56, en el País Vasco por 215 y en Ceuta por 3.

Por su parte, el PP ganó en las Islas Baleares por 43 votos de diferencia, en Galicia por 1.690, en la Comunidad de Madrid por 2.319, en Navarra por 140, en La Rioja por 208 y en Melilla por 16.

Un caso llamativo es el de Castilla y León. En esta Comunidad Autónoma el Partido Socialista había logrado una amplia victoria en las generales de hace cuatro años al lograr en aquel entonces el 61% de los votos por el 30% del PP. Nada menos que el doble tanto en porcentaje como en número de votos totales: 21.339 para los socialistas y 10.593 para los ‘populares’.

Cuatro años después, el PSOE ha vuelto a ganar en esta Comunidad pero por una diferencia mínima de 176 votos.

Y si en 2008 los socialistas habían logrado el triunfo en las 9 provincias de Castilla y León en esta ocasión han tenido que conformarse con 5 mientras que el PP lo conseguía en otras 4. En definitiva, la diferencia entre PSOE y PP ha pasado de 30 puntos a 3 ya que en esta ocasión los ‘populares’ lograron el 40% de los sufragios y los socialistas el 43%.

Nuevos partidos

Por otra parte también la aparición de nuevas formaciones políticas en el panorama español ha tenido su reflejo las preferencias de los votantes residentes en el extranjero. Así, Unión Progreso y Democracia (UPyD) aparece como la tercera fuerza más votada por los madrileños residentes en el exterior, por delante de Izquierda Unida. El partido de Rosa Díez obtuvo 1.165 votos por los 966 de IU.

Aunque no aparezcan en las tablas, ya que en ellas solo se reflejan las tres candidaturas más votadas, tanto UPyD como Equo o Amaiur, que sí aparece en Guipúzcoa como primera fuerza política entre los residentes ausentes, obtuvieron resultados prometedores entre la diáspora.

El caso de la fuerza independentista Amaiur, que agrupo a Aralar, Eusko Alkartasuna y los herederos de Batasuna, se posicionaron como tercera fuerza política de Euskadi entre los residentes ausentes con 662 votos, y muy cerca del PP, que logró 734 sufragios, y de PNV, que obtuvo 726. Es llamativo comprobar como entre los vascos residentes fuera de España optan mayoritariamente por los denominados ‘partidos constitucionalistas’, PSOE y PP, antes que por las opciones nacionalista e independentistas.También surge Foro Asturias, el partido del presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, que logró 269 votos de asturianos inscritos en el CERA.

Una regla que se rompe

Una de las conclusiones llamativas que se pueden obtener de este resultado electoral es que casi rompe con la norma de que la emigración vota a quien está en el poder. Esta norma se cumplió en 1996, cuando el PP ganó en España pero perdió en el voto exterior, y en 2004, cuando el PSOE ganó en España pero perdió en el voto exterior.

En este caso también ha ganado el partido que sustentaba al Gobierno, sin embargo lo ha hecho con un margen de votos tremendamente estrecho, 489, y habiendo dilapidado la mayor ventaja obtenida jamás respecto a su adversario político. Por este motivo, este empate técnico podría paladearse más bien como una derrota del PSOE y una victoria del PP. También destaca el hecho de que dentro de la misma Comunidad Autónoma no en todas las provincias el partido en el Gobierno obtenga la victoria.

Probablemente la regla de que entre los emigrantes siempre gana el partido que gobierna esté llegando a su fin. Entre otros motivos por la facilidad en el acceso a la información que ya tienen quienes viven fuera de España lo que les ha llevado a seguir muy de cerca la vida política española. Tanto que sus opciones políticas tienden a coincidir con las de quienes viven en España.

Esperanza

A pesar de todo no hay que olvidar que la participación ha subido ligeramente respecto a las autonómicas del pasado mes de mayo cuando solo votaron el 3,8%. No es un gran consuelo, pero es un inicio.