El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, convocó a los representantes de los empresarios y de los trabajadores, en el Palacio de La Moncloa, para darles a conocer las propuestas del Gobierno sobre la reforma del mercado laboral. Los jóvenes de 16 a 24 años son el principal objetivo, con un Programa Extraordinario de Empleo, y se proponen medidas para evitar el encadenamiento de la contratación temporal, con más inspecciones. Los contratos a tiempo parcial incluyen dos modalidades, para favorecer la conciliación laboral y para adaptación al proceso productivo. Además, se estudiarán fórmulas para extender el fomento del contrato indefinido, que incluye 33 días de indemnización por despido frente a los 45.
Estaba previsto que el Gobierno llevase la reforma laboral al Consejo de Ministros, aunque finalmente optó por la fórmula de la reunión que convocó Zapatero. que estuvo acompañado por el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho. Asistieron los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo. En representación de la patronal acudieron los presidentes de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y de Cepyme, Jesús Bárcenas.
Reacciones
Al término de la reunión comparecieron en rueda de prensa. Zapatero insistió en que las propuestas del Gobierno no contienen ninguna pérdida de derechos para los trabajadores en lo que afecta a la indemnización por despido. Además, explicó que uno de los objetivos fundamentales de la reforma es fomentar la contratación indefinida sin que ello suponga más costes a los empresarios ni pérdida de derechos para los trabajadores. Para el presidente de la CEOE, Díaz Ferrán, las líneas del documento son “todas positivas y van todas en la buena dirección”. La primera impresión de Cándido Méndez, secretario general de UGT, es, según señaló, que el documento tiene “en cuanto a epígrafes un alcance suficiente y en cuanto a concreción una flexibilidad suficiente” para hablar de empleo. A juicio del secretario general de CCOO, Fernández Toxo, se dan las condiciones para abrir una negociación y añadió que “es una propuesta y, por lo tanto, discutible”.
Por otra parte, se conoció el dato de que la economía española siguió en recesión en la recta final del pasado año, cuando el Producto Interior Bruto (PIB) retrocedió el 0,1% respecto a los meses de julio a septiembre, y el 3,1% en comparación interanual, según el análisis que realiza el servicio de estudios del Banco de España.
Para defender ante los mercados, analistas y medios de comunicación la solvencia y credibilidad económica de España, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, iniciaron en Londres una gira europea.