La película, con la que se inaugura la sección del ciclo dedicada a personajes emblemáticos de las Islas, es producto de un exhaustivo trabajo de investigación durante tres años, que llevó a la autora a recorrer cuatro países. La producción ha contado también con el apoyo del Gobierno de Canarias, a través del programa Septenio.
El documental, de 75 minutos de duración, constituye un apasionante recorrido por la vida y obra de Agustín de Betancourt (Puerto de la Cruz, Tenerife, 1758) y por la historia de las Islas Canarias en la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX. Incluye localizaciones en Tenerife, Gran Canaria, Madrid, Canal de Aragón, Ciudad Real, Granada, París, Londres, Birmingham, San Petersburgo, Moscú, Nijnih Novgorod, entre otros.
El trabajo de Hernández Hormiga aporta interesantes datos sobre la figura del insigne portuense. Profundiza sobre su estancia en Gran Bretaña y sus relaciones con Wat, el inventor de la máquina de vapor de doble efecto, así como con Breguet, prestigioso científico y afamado relojero. También ahonda en aspectos familiares y en la correspondencia personal de Agustín de Betancourt, quien abandonó la Isla de Tenerife con apenas veinte años para recorrer España, Inglaterra, Francia y Rusia, donde falleció en 1824.
Con la documentación recabada durante sus visitas a Francia, Inglaterra, Rusia y diferentes ciudades de España, Desirée Hernández Hormiga ha elaborado, en colaboración con la historiadora rusa Irina Gouzevitch. "un ensayo histórico riguroso y a la vez un documental, donde se describe el itinerario personal, profesional, intelectual y artístico de un emblemático ingeniero de la Ilustración. Tras la huella de nuestro canario más universal en la ciencia y la tecnología, hemos recorrido estos cuatro países".
Hernández se confiesa "enamorada y fascinada" de este personaje histórico e irrepetible. "Siempre me llamó la atención ¿asegura la realizadora- leer que en Rusia hubo un tinerfeño que fue un mito, una auténtica leyenda que hizo grandes obras para un pueblo donde era idolatrado por su sabiduría y su capacidad".
"Hemos tenido la oportunidad", explica Desirée Hernández, "de entrevistar a historiadores europeos, además de los descendientes de amigos y colaboradores de Betancourt -como Bazaine y Sénovert-, que vivió inmerso en una época convulsa como fue la Revolución Francesa. Es fascinante comprobar cómo después de siete u ocho generaciones perdura en su memoria la leyenda de don Agustín de Betancourt y Molina, recordada siempre con afecto y admiración".
Agustín de Betancourt y Molina
Tras un ambiente familiar de profunda educación cultural y científica, en el Puerto de la Cruz (Tenerife), Agustín de Betancourt y Molina (1758-1824) se trasladó a Madrid con veinte años, donde se formó en el colegio San Isidro y la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Posteriormente, estudia becado en Francia e Inglaterra para culminar su trayectoria en la Rusia de los zares, donde murió sin regresar nunca a Canarias. En Francia centró sus estudios sobre la máquina de vapor, la construcción del telégrafo óptico y el enfoque moderno sobre la creación industrial. En España dirigió el Real Gabinete de Máquinas y fundó la Escuela de Caminos.
Finalmente, se traslada en 1807 a Rusia, donde adquiere con el zar Alejandro I el compromiso de trabajar en el ámbito de a investigación y la invención en la ingeniería. En un país con más de treinta millones de habitantes, Agustín de Betancourt despliega todo su conocimiento para mejorar los planes de estudios del Cuerpo de Ingenieros. Entre sus múltiples trabajos en aquella nación, construye puentes, la draga de vapor, dirige la construcción de la Casa de la Moneda en Varsovia, colabora en la construcción de la catedral de San Isaac, dirige en la Plaza de Invierno una columna de granito en memoria del Zar y reorganiza urbanísticamente, por encargo imperial, la ciudad de San Petersburgo, donde falleció en 1824.
Desirée Hernández
Desirée Hernández estudió Imagen en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Realizadora de TVE-C, en su extenso quehacer profesional siempre ha mostrado un especial interés por la historia y por la ciencia. De hecho, antes que este documental sobre Agustín de Betancourt, realizó otros similares para la Biblioteca de Científicos Canarios del Gobierno de Canarias: Viera y Clavijo, Telesforo Bravo, Antonio González González, Juan Negrín López, Gregorio Chil y Naranjo, Juan de León y Castillo y Blas Cabrera y Felipe. También es autora del libro 'Las Canteras. Historias de una ciudad', y de varias exposiciones fotográficas retrospectivas sobre la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria.