El Debate sobre el Estado de la Comunidad será los días 29 y 30 de junio

La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, ha anunciado que el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, va a realizar un Debate sobre el Estado de la Comunidad «realista y centrado en Andalucía». Moreno, que ha adelantado que el debate se celebrará los días 29 y 30 de junio, ha señalado que la intervención del presidente estará centrada «en el balance y las propuestas».

Respecto a estas últimas, ha explicado que Griñán presentará iniciativas «para acometer este último tramo de la legislatura, porque quedan nueve meses de acción de Gobierno», al tiempo que ha subrayado que el Ejecutivo autonómico no va a «desperdiciar ni un solo mes de nuestro trabajo por Andalucía y, en especial, de nuestra batalla contra el desempleo, contra la crisis y por la recuperación de la economía».

La consejera ha recordado que, precisamente, ha sido la crisis la que ha marcado la acción gubernamental durante este último año, al que ha calificado como el «más difícil para el Gobierno andaluz, porque ha sido el año más difícil para tantas familias y empresas de Andalucía». Por ello, ha apuntado que el Ejecutivo ha desarrollado una «acción contundente, con decisiones, acuerdos y reformas marcadas por la lealtad a España y por la lealtad con los andaluces». En este sentido, se ha referido al esfuerzo que la Junta ha desplegado para «preservar los derechos» de los ciudadanos, «las prestaciones sociales y para incentivar la creación de empleo».

Para Moreno, las «luces» de este periodo de «sombras» marcado por el desempleo han sido las medidas «de este Gobierno andaluz por mantener las políticas sociales, la buena gestión de las cuentas públicas y las acciones de apoyo a las empresas andaluzas».

Finalmente, ha realizado una invitación expresa a todos los andaluces para que «sigan en directo» la sesión parlamentaria. «Creo que merece la pena que conozcan un debate interesante y serio sobre el presente y el futuro de Andalucía», ha señalado y ha recomendado conocer «de primera mano» las propuestas y alternativas de los distintos grupos políticos «y, de manera muy particular, la visión, el análisis y las propuestas del presidente de la Junta para nuestra tierra».

Comunicación del Gobierno de Andalucía

El Debate del Estado de la Comunidad se ha erigido en un momento clave del ejercicio democrático del poder que desarrollan los gobiernos y de la labor de propuesta y control que sobre la misma despliega el Parlamento. Es el momento en el que la Cámara realiza el balance de un año de gestión y se discuten las distintas propuestas que el Gobierno y los grupos parlamentarios presentan para la siguiente anualidad. Balance y propuestas son, por tanto, la base de un debate en el que los distintos actores parlamentarios deben comprometerse para recorrer el trayecto del diálogo.

Este año, además, el debate posee la singular circunstancia de marcar el tramo final de la legislatura. También ha sido este un año marcado nuevamente por la crisis, en el que la actividad del Gobierno, y también del Parlamento, se ha centrado fundamentalmente en combatir los efectos más perniciosos que las dificultades económicas globales han traído a Andalucía, especialmente el desempleo. El paro es, sin lugar a dudas, el principal problema de la comunidad.

Por ello, y como continuación del trabajo que el Gobierno andaluz lleva realizando desde el comienzo de la crisis, se han aprobado medidas de profundo calado, con la mirada puesta tanto en la salida de la situación económica actual como en la forja de una Andalucía mejor, más preparada, caracterizada por la excelencia y la competitividad.

Para conseguir este objetivo de futuro, se ha actuado de manera decidida en tres aspectos: impulsar la competitividad en los sectores productivos, especialmente en aquellos en los que somos referencia mundial; la consolidación y defensa del modelo andaluz de protección social como elemento esencial de nuestro modelo autonómico, y la estabilidad presupuestaria.

Las medidas de activación económica desarrolladas han comenzado a dar el resultado esperado y los indicadores de la incipiente recuperación económica, aunque débiles, muestran ya con claridad la continuidad del proceso de crecimiento, estableciendo un contexto diferente al que el pasado año contempló este debate.

Para propiciar la  recuperación que hoy se vislumbra en Andalucía, el Gobierno andaluz elaboró una Ley de Presupuestos para el año 2011 caracterizada por la austeridad, la búsqueda de la eficiencia en la gestión y la racionalización del gasto público.

Un presupuesto basado en el ajuste y la optimización, pues sólo de esta manera nuestra Comunidad estará en disposición de cumplir con el compromiso de acelerar la reducción del déficit público que necesita nuestra estabilidad financiera. Un presupuesto que en el marco de la austeridad ha sabido garantizar la protección social y ha reorientado los márgenes financieros hacia los elementos claves para alcanzar un modelo productivo en el que la competitividad se alce como vía para salir de la crisis.

La moderación presupuestaria ha representado un esfuerzo para la Administración y para los andaluces, pero ha permitido establecer las bases para que la comunidad autónoma alcance en años venideros un crecimiento sólido, sostenible, duradero y justo, que permita crear empleo.

Junto a las medidas presupuestarias, el Gobierno andaluz ha aprobado también otras iniciativas que van a asegurar la sostenibilidad fiscal a medio plazo y van a ayudar a acelerar la reducción del déficit público. Hoy el horizonte es más claro y la reactivación económica está en marcha. Por ello, los poderes públicos deben incidir en las acciones emprendidas hasta el momento y propiciar con su actuación la salida definitiva de la crisis. Esa ha sido,  y continúa siendo, la guía que señaliza el camino del Ejecutivo andaluz, pero también objetivo del Parlamento.

El esfuerzo realizado por el Gobierno andaluz para impulsar un modelo económico marcado por la sostenibilidad y la excelencia ha cristalizado, gracias al intenso trabajo parlamentario durante este último año, en acciones decididas hacia la modernización y la búsqueda de la calidad en sectores productivos clave para nuestra economía.

Se ha legislado de manera intensa en materia industrial, agroalimentaria y pesquera, o de simplificación de trámites y agilización administrativa, fomentando la transformación, innovación y dinamismo y apostando por la calidad como marca.

Asimismo, este Parlamento ha sido pionero al conjugar de manera acertada la decidida protección del medio ambiente y del derecho de la ciudadanía a disfrutarlo con la rentabilización de la excelencia y del carácter único de nuestros ecosistemas. Ejemplo de ello es el reconocimiento de la dehesa como un espacio integral y multifuncional, cuyo desarrollo es necesario proteger e incentivar pero también rentabilizar.

Pero el deseo de conseguir una Andalucía mejor y más justa no puede articularse tan sólo en medidas económicas, fiscales o de activación económica. La democracia es el gobierno del pueblo y por eso el Parlamento andaluz, en este año caracterizado por la contracción económica, se ha preocupado especialmente por asegurar y ampliar el modelo de protección social y por combatir el desempleo.

La lucha contra el desempleo ha sido el núcleo central de la política del Gobierno andaluz. Ejemplo de ello, junto a otras medidas, es la nueva edición del Programa de Transición al Empleo de la Junta de Andalucía (Proteja), que, inspirado en la experiencia de la edición anterior, se ha convertido en una herramienta ágil, flexible y eficiente en la lucha contra el paro. En esta línea, también destacan el Plan Motiva y el Plan 45+, dirigidos a la mejora de la empleabilidad.

El reto de combatir el desempleo sigue siendo el principal objetivo que tanto el Gobierno como el Parlamento deben alcanzar. Sólo con una población activa y con empleo alcanzaremos mayores cotas de bienestar, desarrollo e integración.

La apuesta por un empleo estable, digno y de calidad define la hoja de ruta del Gobierno andaluz. Con esta meta, el debate del Estado de la Comunidad debe desarrollarse como un verdadero ejercicio de democracia real en el que los ciudadanos vean satisfechas sus expectativas y en el que se aporten soluciones a los problemas reales.

Este hito de la actividad parlamentaria debe ser, por tanto, una oportunidad para acercar la política al ciudadano, hacerle partícipe de la gestión diaria y proponerle soluciones; un debate en el que el diálogo rompa las distancias, acerque posiciones y posibilite el acuerdo, pues a través de la acción coordinada de los distintos poderes democráticos resultará más eficaz sentar las bases para alcanzar con solvencia el futuro.