El concierto, en el que se ofreció un variado repertorio canario, español e iberoamericano, se llevó a cabo el 20 de agosto con el espléndido marco del Salón Dorado de la Casa de la Cultura, en el antiguo edificio del diario La Prensa, en la Avenida de Mayo.
El salón recibió un gran número de personas, en gran parte emigrantes canarios y descendientes, y también españoles de otras Autonomías, argentinos y personas de diversos orígenes. Toda la gama de la estructura social argentina, diversa y heterogénea, en un país cuya sociedad se ha formado con el valioso aporte de distintas corrientes migratorias.
El escenario, bien puesto, identificaba claramente la naturaleza fraternal e integradora del espectáculo, con la bandera de España, flanqueada por las de Argentina y la de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La buena iluminación y la excelente acústica del Salón contribuyeron al realce del espectáculo.
Antes de su iniciación, el presidente de la coral Carpe Diem se dirigió al público, realizando una breve introducción en la que, además de referirse al grupo, recordó el luctuoso accidente sufrido en el aeropuerto de Barajas por una aeronave que debía dirigirse a Las Palmas de Gran Canaria, proponiendo un minuto de silencio que fue cumplido por todos los allí presentes en pie.
Tras ello, Liliana Acosta Domínguez, del Centro Canario, presentó a la rondalla de la institución, que abrió el encuentro musical con el tema canario ‘La vieja farola’, siguiendo con el universal pasodoble ‘Islas Canarias’ que, llegara a ser un himno de los canarios en el exterior. Como despedida, interpretaron una canción tradicional del norte de Tenerife, dedicada a Carpe Diem.
Siguió la actuación del Coro Americanto, con temas de su amplio repertorio argentino e iberoamericano: ‘La guitarra del joven soldado’; ‘Convencernos’; ‘Amor narcótico’; ‘El cosechero’ y ‘Fina Estampa’ fueron algunos de ellos.
Por fin, llegó al escenario Carpe Diem, con una selección de temas de su programa ‘Entre las dos orillas’. Así, brindaron los epitafios para las sepulturas de Don Quijote, Dulcinea y Sancho Panza; ‘Señor, me cansa la vida’, ‘Córtame una rosa blanca’; y la nana popular canaria ‘Arrorró’, que el director Luis Correa Díaz, dedicó a las víctimas del accidente de Barajas, entre otros.
Carpe Diem agradeció al Ministerio de Cultura porteño por el magnífico escenario en el que pudieron presentarse, haciendo entrega de obsequios: material bibliográfico sobre Canarias y discos con interpretaciones del coro, siendo obsequiado, a su vez, con el libro ‘Café de los Maestros’, editado por el Gobierno de la Ciudad, y dedicada al tango.
También recibieron presentes de Americanto y el Centro Archipiélago Canario. Su presidente, Álvaro Acosta, impuso el tradicional poncho rojo salteño, un símbolo en la institución, al director Correa Díaz, y también el CD de la Rondalla del Centro.
El encuentro musical, de primerísimo nivel, mostró a los grupos participantes brindando lo mejor de lo suyo para un público pleno de felicidad con sus interpretaciones, tanto en los temas específicamente canarios, como en los iberoamericanos y otros.
Ya sobre el final, Correa Díaz, luciendo el poncho salteño, volvió a reunir a su grupo para ofrecer un ritmo típico del noroeste argentino, el carnavalito, interpretando ‘Naranjitay’, poniendo así el broche de oro musical al encuentro. El presidente de Carpe Diem destacó el sostén que les brinda Canarias Crea, programa de difusión de la cultura en el exterior del Gobierno canario.