El vicepresidente segundo del Gobierno regional, Emiliano García-Page, destacó que la medida, prometida por el presidente José María Barreda, es “de amplio calado social” en Castilla-La Mancha por tratarse de una región donde “la solidez del tejido empresarial tiene mucho que ver con la solidez del vínculo familiar”.
De las 120.000 empresas con las que cuenta la región, “106.000 tienen ese alcance familiar”, según el vicepresidente, lo que “pone de manifiesto que estas empresas tienen un grado de solidez que permite a la región no sólo crecer, sino también, en otras etapas no tan lejanas, aguantar muy bien los ciclos económicos”, apuntó García-Page.
“Como Gobierno, partimos de la base de que ese trámite debe ser lo más eficaz y fácil posible, y debe tener el mejor marco fiscal. Por ello suprimimos el impuesto de sucesiones, de tal forma que vamos a tener uno de los mejores marcos fiscales en relación con la economía familiar de toda España”, afirmó el vicepresidente.