Con esta medida se cumple el compromiso adquirido en su día por el presidente del Ejecutivo regional, José María Barreda, de establecer un sistema de ayudas a estas pensiones.
Una promesa que inició su andadura con una medida similar adoptada también por el Consejo de Gobierno, y mediante la cual se vieron favorecidas las pensiones de viudedad.
Ahora, con la aprobación de estos dos nuevos decretos, los beneficiarios serán todos los ciudadanos castellano-manchegos que perciban pensiones no contributivas y las de Asistencia e Integración Social.
En el primero de los casos, el decreto aprobado contempla la prestación de ayudas económicas a favor de pensionistas de jubilación e invalidez en sus modalidades no contributivas.
Para este colectivo el incremento será del 15% del total anual de su pensión y podrán beneficiarse de la medida en torno a 25.000 personas.
El Ejecutivo regional pretende, así, ayudar a quienes, por no haber cotizado a la Seguridad Social el mínimo de tiempo exigido por la legislación, reciben una pensión no contributiva, cuya cuantía es de las más bajas del sistema nacional de pensiones.
El segundo decreto aprobado el pasado 8 de enero por el gabinete socialista se refiere a ayudas para los beneficiarios del Fondo Nacional de Asistencia Social y de la Ley de Integración Social para Personas con Discapacidad. En este caso las ayudas serán de 400 euros anuales y de ellas se beneficiarán unas 4.500 personas en la región, según informó el propio Gobierno.