El consejero de Presidencia considera que el Colegio Covadonga del centro regional de Santa Fe simboliza la solidaridad de la emigración asturiana

Participó en la presentación de la revista editada con motivo del centenario del Centro Asturiano de Mendoza

Guillermo Martínez, segundo por la izquierda, en el acto celebrado en el Colegio Covadonga de Santa Fe.

El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, manifestó el viernes 31 de octubre que el Colegio Nuestra Señora de Covadonga, que se encuentra en las instalaciones del Centro Asturiano de Santa Fe, en Argentina, simboliza una de las señas más características de la emigración asturiana: la solidaridad. “A pesar de las dificultades que conlleva abandonar su tierra en busca de mejores oportunidades -aseguró-, los asturianos impregnaron unas señas que marcarían para siempre la emigración asturiana: de la solidaridad, del asociacionismo y de la voluntad de establecer vínculos y de cooperar, visibles en todas las labores que emprendieron, ya fueran educativas o de auxilio y socorro mutuo.

Martínez recordó que si algo caracteriza a Asturias “es su capacidad de acogida, pero también su trayectoria de partida y los 19 centros asturianos que existen en Argentina son buena prueba de ello”. Ante un auditorio integrado por 70 profesores y 500 estudiantes, además de familiares de alumnos y la directiva del centro regional, el consejero destacó que el Colegio Nuestra Señora de Covadonga “es fruto de esa tradición”, por lo que agradeció a todos los asistentes su deseo de “preservar y divulgar la cultura y las tradiciones asturianas” a lo largo de sus más de veinte años de existencia de la escuela. Martínez expresó su reconocimiento y el de toda el Principado al  profesorado, a los coordinadores de cada ciclo formativo, a las familias que siguen apostando por el centro “y a toda la comunidad que hace posible que este proyecto siga vigente.

El consejero visitó las instalaciones de la escuela, acompañado por la directora general de Emigración, Begoña Serrano, y el presidente del Centro Asturiano de Santa Fe, Gustavo José Cueto. El Colegio Nuestra Señora de Covadonga, que cuenta con unos 500 alumnos y es uno de los más prestigiosos de Sante Fe, se creó en 1992 como una escuela privada sin ánimo de lucro con el fin de transmitir los principios y costumbres asturianas y españolas. A él asisten descendientes de asturianos y españoles, así como alumnos argentinos.

Martínez felicitó al centro argentino por haber conseguido elevar la importancia del proyecto educativo y pedagógico que desarrolla desde su fundación. «Nos une por tanto nuestra apuesta por la educación y nuestro empeño por mantener vivo el sentimiento de asturianía»” y mostró su convencimiento de que, a su regreso al Principado, «uno de los mejores recuerdos que guardaré de esta segunda visita institucional que realizo a Argentina será el Colegio Nuestra Señora de Covadonga».

La visita a este colegio se inscribe en el encuentro que el consejero mantuvo con la directiva y los socios del Centro Asturiano de Sana Fe, fundado en 1908 y que cuenta actualmente con 326 miembros. Tras obtener el reconocimiento de Asturianía en 1995, el centro ha dinamizado su actividad cultural, con la creación, por ejemplo, del grupo folclórico ‘La Panoya’, y se marca como objetivo la promoción de las costumbres asturianas a través del intercambio de visitas  entre los jóvenes de Asturias y los del centro.

Mendoza

Posteriormente, Guillermo Martínez participó en la presentación de la revista editada con motivo del centenario del Centro Asturiano de Mendoza, cuyas instalaciones visitó acompañado también por la directora general de Emigración, Begoña Serrano, y la presidenta del centro, Rosa María Suárez Rodríguez. Durante el acto, el consejero destacó la deuda que todos los asturianos guardan con los compatriotas que tuvieron que “dejarlo todo y se aventuraron a veces hacia la nada” para emigrar a una tierra de oportunidades como América, donde algunos no tuvieron suerte, pero otros alcanzaron el éxito económico, personal y, sobre todo, “el éxito de no olvidar nunca el lugar donde nacieron.

Según destacó el titular de Presidencia, ellos compartieron ese éxito con generosidad “y construyeron hospitales, puentes, repararon caminos, hicieron obras que para los asturianos fueron muy importantes y esa deuda con la emigración asturiana en el exterior es la que hoy sentimos los asturianos que tenemos el privilegio de vivir dentro de las fronteras de nuestra tierra.