La continuidad en el equipo kazajo se despejó hace unas semanas, cuando ambas partes alcanzaron un preacuerdo para ir de la mano el año que les resta de contrato. La UCI dio el visto bueno a la formación y le concedió la licencia ProTour. Aunque el equipo kazajo deberá ofrecer garantías de que podrá asumir su presupuesto en 2010, después de que en 2009 los ciclistas del Astana pasaran temporadas sin cobrar sus salarios.
“He tomado la mejor decisión posible”, dijo el ciclista, quien se mostró “satisfecho”. El madrileño mantuvo una tensa relación con gran parte de sus compañeros en el pasado Tour, la mayoría proclives a ayudar a Lance Armstrong, incluido el director belga Johan Bruyneel. Pero Contador ganó en la carretera e hizo que el estadounidense se fuese al RadioShack.
Con el tejano se fueron los mejores espadas de la formación. Tal deserción obligó al nuevo director, el francés Yvon Sanquer, a dar garantías a Contador de construir un equipo a su medida. El próximo refuerzo será el también ganador de un Tour, Óscar Pereiro.